La CARU en versión PRO: Vazón, Satto y Ruiz Orrico en la delegación argentina

El pasado viernes 3 de junio se publicó en el Boletín Oficial el Decreto 739 a través del cual el presidente Mauricio Macri designó a los dos nuevos vocales en la Delegación Argentina ante la CARU. El cuestionado organismo sigue sin incorporar a Brasil pese a que dos tercios del río transcurren en su territorio, sin dar a conocer datos sobre la situación de las aguas, y sin incorporar la participación social, pese a los tratados internacionales que lo exigen y haciendo caso omiso a los reclamos de la Defensoría del Pueblo de la Nación. 

El flamante titular de la delegación argentina en el organismo binacional es Mauro Vazón, uno de los principales dirigentes macristas de Entre Rios. Vazón ya había adelantado que dos de los tres vocales serían uruguayenses: Juan Enrique Ruiz Orrico y Jorge Satto.

Satto es uno de los referentes principales del macrismo entrerriano, dirigente del PRO desde su fundación. Ruiz Orrico tiene una trayectoria oscilante: aunque arrancó en el PRO, estuvo en el bustismo, en el duhaldismo y en el massismo, aunque al final acordó con Cambiemos, alianza de la cual fue candidato a intendente. También fue titular de la Sociedad Rural de Concepción del Uruguay. 

Ambos se suman a las anteriores designaciones ya formalizadas de Mauro Vazón –también de Concepción del Uruguay- y el diplomático de carrera Eduardo Villalba como presidente y vice respectivamente de la CARU.

Con estos nombramientos, la Delegación Argentina cobra estado operativo y lo cual le va a permitir participar con voz y voto en la toma de decisiones con la contraparte uruguaya. Aun no se sabe si el Poder Ejecutivo nombrará otro vocal en la CARU, puesto que cada una de las delegaciones binacionales debe estar integrada por un máximo de cinco miembros. En el caso de nuestro país, así estuvo conformada hasta el 10 de diciembre pasado.

El macrismo gobernante se suma así a una tradición política entrerriana que no parece cambiar: los puestos en la CARU han sido tradicionalmente ocupados por dirigentes políticos de escasa (y a veces nula) experiencia en el tema para el que son designados. Salvo Villalba, diplomático de carrera, los nombrados son abogados y empresarios privados, sin antecedentes visibles en temas ambientales, hídricos o de navegación. Si se compara con la delegación uruguaya, la diferencia es notable:  de los cinco, dos son capitanes de navío retirado, el vice es un arquitecto, y los otros dos delegados una ingeniera química y un agrimensor. Como además las remuneraciones son altísimas y en moneda extranjera, la CARU ha sido reiteradamente señalada como un "botín político" codiciado por quienes no han tenidos buenos resultados electorales.

En los ultimos años, diferentes iniciativas pusieron  el eje en la necesidad de replantear la CARU, en cuyo seno no está Brasil pese a que por su territorio pasan dos tercios del recorrido fluvial del rio Uruguay. La CARU, se supone, cuida la calidad de las aguas en un tramo que es apenas de un tercio. Además, no se conocen los informes, por lo cual el verdadero estado de éstas es un misterio. En 2006, por ejemplo, una propuesta parlamentaria pidió por primera vez incorporar a Brasil a la CARU. En 2008, otro legislador volvió a pedirlo y, por primera vez, incluyó a la sociedad civil.

Tampoco hay participación ciudadana en la CARU, pese a que la Argentina y Uruguay son firmantes de pactos internacionales que establecen que “el mejor modo de tratar las cuestiones ambientales es con la participación de todos los ciudadanos interesados”. La Defensoría del Pueblo de la Nación reclamó públicamente la participación social en la CARU: sugirió “una addenda al Estatuto del Río Uruguay, con el fin de instrumentar mecanismos de participación social dentro del ámbito de la CARU”. Tampoco hubo respuesta hasta hoy.

Fotografías: archivo de El Miércoles, facebook de Mauro Vazón

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