En 2024 las principales compañías facturaron casi 620.000 millones de dólares más que el registro anterior, rompiendo todos los récords. En especial, en EE.UU. y Europa. Las razones.
Por GABRIEL MICHI (*)
El negocio de la muerte vuelve a ser noticia. En un Mundo cada vez más convulsionado, con más de 60 conflictos bélicos en marcha, los fabricantes de armas siguen haciendo su negocio, a costa de destrucción y muerte. Y sus ventas rompen todos los récords.
En 2024, las mayores compañías productoras de armas del plante obtuvieron un aumento del 5,9% en sus ingresos por comercialización de las mismas sumado a los servicios militares. Todo alimentado, entre otras disputas, por las guerras en Ucrania y Gaza, además del creciente gasto militar de los países. Así surge de un informe elaborado por el Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI) que demostró que los ingresos de los 100 mayores fabricantes de armas crecieron a 679.000 millones de dólares en 2024, la cifra más alta que se ha registrado en toda la Historia. La mayor parte del aumento se debió a empresas con sede en Europa y Estados Unidos, pero hubo aumentos en todo el Mundo, excepto en Asia y Oceanía, donde los problemas en la industria armamentística china provocaron una ligera caída.
Así, por ejemplo, en 30 de las 39 empresas estadounidenses del top 100, entre ellas Lockheed Martin, Northrop Grumman y General Dynamics, se registraron aumentos en sus ventas y facturación. A tal punto que sus ingresos combinados aumentaron un 3,8 %, alcanzando los 334 000 millones de dólares. Por su parte en el "Viejo Continente" la situación fue similar: 23 de las 26 empresas en Europa, excluyendo a Rusia, incrementaron sus ingresos por armamentos a medida que el continente impulsaba el gasto en la materia. Sus ingresos aumentaron un 13%, alcanzando 151.000 millones de dólares, impulsados por la demanda vinculada a la guerra en Ucrania y la amenaza percibida por el fantasma de Rusia que se agita en sus cabezas. Hubo casos extraordinarios como el del Grupo Checoslovaco de la República Checa, cuyos ingresos aumentaron un 193% gracias en parte a un proyecto liderado por el gobierno para obtener proyectiles de artillería para Ucrania; y para JSC Ukrainian Defense Industry de Ucrania, que tuvo una ganancia del 41%.
Según Jade Guiberteau Ricard, investigadora del SIPRI, las empresas europeas están invirtiendo en nueva capacidad de producción para satisfacer una mayor demanda. "La obtención de materiales podría representar un desafío creciente”, señala la experta y agrega que la reestructuración de las cadenas de suministro de minerales críticos podría ser una complicación potencial a la luz de las restricciones a las exportaciones chinas.
El reporte de SIPRI también incluye a dos empresas rusas, Rostec y United Shipbuilding Corporation, que registraron un aumento del 23% en sus ingresos por armamento, alcanzando un total combinado de 31.200 millones de dólares. Es decir que pudieron tener esos beneficios adicionales a pesar de que siguen vigentes las sanciones de Occidente y pese a una escasez de componentes. El SIPRI afirmó que la demanda interna en Rusia fue más que suficiente para compensar la caída de las exportaciones de armas, aunque la escasez de mano de obra cualificada representa un desafío para la industria armamentística rusa.
Así como ocurrió en EEUU, Europa y Rusia, los ingresos por armas también crecieron en Oriente Medio, y las tres empresas israelíes del ranking experimentaron un aumento del 16%, alcanzando los 16.200 millones de dólares, en medio de los ataques de ese país contra la Franja de Gaza, el Líbano, Siria e Irán, entre otros objetivos. En 2024, la reacción negativa internacional a las acciones israelíes en Gaza -donde ya murieron cerca de 70.000 personas desde que llegó la respuesta a los ataques de Hamás en octubre de 2023- "parece haber tenido poco impacto en el interés por las armas israelíes", afirmó la investigadora del SIPRI, Zubaida Karim, y muchos países continuaron realizando nuevos pedidos.
En tanto, en Asia y Oceanía, hubo una caída del 1,2% en los ingresos, hasta los 130.000 millones de dólares. Y eso se debió a un derrumbe del 10% en los ingresos de las ocho empresas chinas del índice. Esto se produjo debido a que múltiples acusaciones de corrupción en la adquisición de armas chinas provocaron el retraso o la cancelación de importantes contratos el año pasado, según el SIPRI. Aún así, la industria armamentística a nivel global siguió creciendo. Y alcanzando récords absolutos. En definitiva, esas fábricas de muerte están más vivas que nunca.
(*) Artículo originalmente publicado en mundonews.com.ar. Se reproduce por gentileza de su autor.
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