“El entonces presidente de la república Juan Domingo Perón cortó las relaciones diplomáticas con el Uruguay, cerrando las fronteras, algo inadecuado porque había mucha confraternidad entre los pueblos pese a que no había puente y el único medio de transporte era una lancha con un viaje diario”, cuenta a El Entre Ríos.
Esta situación, que se extendió por algo más de un año, “finalizó el 16 de septiembre de 1955, cuando estalló la Revolución Libertadora contra Perón”.
“En 1958 asume Frondizi e impone a las escuelas secundarias el nombre de un país latinoamericano. Sabiendo lo que había sucedido en Colón, a la Escuela Normal la llamó República Oriental del Uruguay”.
“En el corte de relaciones, también se había eliminado la permanencia del cónsul uruguayo en Colón. Al estallar la revolución se nombró a Mateo Silveira Bresque y el consulado se instaló en Peyret y Bolívar, reiniciando la relación diplomática”, agrega.
Así, finalizando la década se profundizó el vínculo entre los habitantes de las dos orillas. “Se hacían almuerzos y cenas en ambas ciudades. Por comodidad, el lugar elegido en Colón era la Escuela Agrotécnica, por entonces Escuela de Agricultura”.
En esas idas y venidas, nació la idea de una comunicación más efectiva, lo que se concretó en abril de 1960 con la balsa, de gran trascendencia histórica en la región. “Llegó de Paysandú, a la caleta del puerto de Colón, con dos autos Ford. Vinieron el intendente de esa ciudad y la comisión departamental, se hizo un gran almuerzo en Club La Armonía y retornaron por la tarde”.
El 12 de febrero de 1966 en el Teatro Florencio Sánchez de Paysandú y el 13 de febrero en la Biblioteca Fiat Lux, los gobiernos de ambos países firmaron las cartas reversales. “Era presidente de Uruguay Washington Beltrán y de Argentina Arturo Illia, quien no pudo venir y envió a su vicepresidente Carlos Perette –entrerriano- junto al ministro de Relaciones Exteriores Zabala Ortiz. Este fue el puntapié inicial del puente, que comenzaría a construirse cuatro años después”.
El recuerdo de Martí
Días antes de conmemorarse los 30 años del puente, Jorge Enrique Martí evocó aquellos sucesos en El Entre Ríos, en un artículo en el que se reconoce al escritor y periodista nacido en Rosario pero criado en el departamento Colón, como “uno de los más entusiastas impulsores” de la concreción de este enlace vial.
Cuenta allí que “el 12 de mayo de 1964, el Concejo Departamental de Paysandú aprobó la erección de un puente flotante entre Paysandú y Colón, un proyecto de revolucionaria concepción técnica del uruguayo Leonel Viera”.
Martí recordaba entonces “la mañana en que apareció un canillita voceando por nuestras calles los titulares de El Telégrafo, ante la perplejidad de nuestra gente que desconocía la existencia de este proyecto”.
El decreto del intendente Dominchin
Quien también hizo un gran aporte para que conozcamos la historia de este puente internacional y los detalles de su construcción, es María Celeste Ansaldi. A lo largo de los años, la docente ha recopilado documentación sobre este hito histórico del que su padre –el odontólogo colonense Juan Ansaldi- fue partícipe, a través de la Comisión Municipal Pro Puente Paysandú-Colón.
Así, encontramos que el 26 de mayo de 1964, el Departamento Ejecutivo de la Municipalidad de Colón expresó su apoyo a lo decidido días antes por el Concejo Departamental de Paysandú.
“Se trata de una magna obra que abrirá perspectivas insospechadas para el progreso de esta comarca, de modo especialísimo para esta ciudad”, dice el decreto firmado por el intendente Faustino Dominchin.
“La concreción de este proyecto significará a su vez la posibilidad del mercado zonal, circunstancia preanunciada por la magnífica Exposición-Feria de la Industria y la Producción del río Uruguay que termina de clausurarse en Paysandú, y que contó con un franco éxito y general auspicio. La repercusión de esta obra en la faz turística será también extraordinaria para coadyuvar los esfuerzos que en la materia vienen realizando los colonenses y esta municipalidad”.
Señala además que la obra “tiene inmediato antecedente en el actual servicio de autobalsa que sanduceros y colonenses instauraron hace varios años” y recuerda, “el proyecto presentado en septiembre de 1920 por el entonces diputado nacional Herminio J. Quirós, en el que procuraba por la vía ferroviaria la unión de la costa atlántica con la del pacífico”.
Por otra parte, menciona una reunión celebrada el 22 de mayo de 1964, en la que “se decidió colocar dos piedras fundamentales de la obra: una en la costa uruguaya el próximo 9 de julio y otra en costa argentina, el 18 de julio”.
A la vez, el decreto establece la creación de una comisión especial “encargada de la promoción de la obra, en coordinación con su similar uruguaya”.
El 31 de octubre del mismo año, un suplemento de “Tribuna” mostraba las visitas que las comisiones argentina y uruguaya habían efectuado al presidente de la Nación Arturo Illia, al vicepresidente Carlos Perette, al gobernador de Ente Ríos Carlos Raúl Contín y otros funcionarios nacionales, para explicarles las características del proyecto.

Dos años más tarde (17 de octubre de 1966), otro decreto del entonces intendente Julio Manuel Bossio Masón, crea la Comisión Municipal Pro Puente Internacional Paysandú-Colón, presidida por el primer mandatario de la ciudad e integrada por doce representantes de diversos sectores de la localidad: Carlos Garmendia, Rubén Vera, Juan Ansaldi, Mariano Rebord, Héctor Saffores, Enrique Simoni, Armángel Rojas, Guillermo Nano, Edwin Benítez, Juan López, Carlos Perdomo y Osvaldo Dondo.
Preparativos y comienzo de la obra
El Convenio Puente Paysandú - Colón y un Protocolo Adicional, fueron firmados en la ciudad de Buenos Aires el 8 de julio de 1968, consta en la Declaración de Interés de la Cámara de Diputados de Entre Ríos, con motivo del 50° aniversario. El Convenio establecía que la obra vial sería propiedad común e indivisible de las Altas Partes Contratantes en toda la extensión de su obra de arte, y atendida y explotada con igualdad de derechos y obligaciones mediante el régimen de peaje.
El 15 de septiembre de 1969, la comisión técnica recibió de manos del equipo de trabajo, el pliego de condiciones para la construcción del puente sobre el río Uruguay.
“Se está dando el primer gran paso cierto para el tendido que unirá físicamente para siempre a estas dos naciones hermanas”, mencionaba dos días más tarde el periódico El Telégrafo, como expresiones de Carlos Uslenghi, intendente colonense.
El 21 de noviembre del mismo año, el diario La Nación publicaba el llamado a Licitación Pública Internacional, para la obra a llevarse a cabo en el km 209,500 del río Uruguay, entre las ciudades Paysandú (ROU) y Colón (Argentina).
En su edición del miércoles 22 de julio de 1970, El Entre Ríos informaba que días antes, “el presidente de la Comisión Mixta Internacional César Pertierra Cánepa, daba en Buenos Aires la anhelada noticia: se había aconsejado la adjudicación a tres empresas argentinas y uruguayas unidas en consorcio”, luego de “una breve demora en el proceso, con respecto al plan original”. Una vez aprobada la medida por los gobiernos de ambos países, se procedería al contrato.
“El vecino país paga aproximadamente el 26-28% del costo total, en razón de que del lado argentino la obra es más costosa por el largo viaducto que debe construirse para eliminar el problema de los terrenos bajos existentes”.

El 10 de setiembre de 1970 se adjudicó la obra en conjunto y solidariamente al Consorcio argentino-uruguayo integrado por las firmas Empresa Argentina de Cemento Armado S.A., Ingeniero Odemar H. Soler SA. y Zarazaga y De Gregorio S. A.C.I.C. por la suma de $ Ley 18,188 21.242.216,00 a cargo del Gobierno Argentino más $ Uruguayos 533.067.280,00 a cargo del Gobierno de la República Oriental del Uruguay, figura en la declaración de la Cámara de Diputados aprobada el 5 de noviembre de este año.
La inauguración oficial de las obras fue el 30 de diciembre de 1970. Ricardo Favre era gobernador de Entre Ríos y Carlos M. Uslenghi el intendente de Colon. “Homenaje de los pueblos de Colón E. R. y Paysandú R. O. del Uruguay, a sus autoridades, con motivo de la iniciación de las obras del Puente Paysandú-Colón”, dice el Programa de Actos que guarda la profesora Ansaldi. La primera ceremonia se realizó del lado argentino. Luego, las autoridades se trasladarían en lancha hasta el obrador de la costa uruguaya, para concretar la segunda parte de los festejos.

Nuevo atracadero
Mientras la construcción se llevaba a cabo, el 23 de abril de 1971 se inauguró en Colón el nuevo atracadero balsa.
“Hace diez años inauguramos el servicio de una pequeña balsa, que recorrió este río hasta el día de hoy, en que estrenamos esta obra; y días pasados, otra similar en Paysandú. Se ha transformado aquel pequeño servicio en este eficientísimo, a través del equipo donado por el gobierno argentino al uruguayo”, dijo en el acto el intendente sanducero Oscar Garrasino.
“Ustedes no se imaginan lo que esto representa hasta tanto se inaugure el puente internacional. Este atracadero no es solo tal, sino lo que simboliza: una unión de amistad, de intercambio comercial, de riqueza para ambos países”.

Camino a la inauguración
A poco de la inauguración, el 16 de julio de 1975 –a través del Decreto N° 29/75- se creó en Colón la Comisión Municipal Pro-Puente Paysandú-Colón, “encargada de programar, estudiar, gestionar y aconsejar las medidas que deba adoptar el Departamento Ejecutivo en todo lo que se relaciona con la inauguración y posterior funcionamiento del puente internacional”.
El 26 de septiembre, Clarín ofrecía las características de “la monumental obra de 2.360 metros de extensión. Tiene un ancho de calzada de 8 metros y dos carriles de tránsito”. Además, la nota destacaba que el tipo de lámparas utilizadas para su iluminación “es una novedad en nuestro país, aunque su aplicación en el mundo entero es notable”.
“El puente permitirá la conexión de las rutas uruguayas que conducen a Montevideo, Salto, Tacuarembó, Ribera, Mercedes y Colonia. En territorio argentino se conectará por la ruta 14 con Buenos Aires y Concordia. Por otras rutas en territorio entrerriano, se conecta con Paraná y Santa Fe por el túnel subfluvial a Hernandarias, ubicado a unos 300 kilómetros del puente”.
Una fecha trascendental fue el sábado 25 de octubre de 1975, cuando las empresas constructoras Ademar Soler (Uruguay) y ERCA (Argentina) hicieron la entrega conjunta de la estructura (Foto de portada).
Ese día, la edición impresa de El Entre Ríos describía el acontecimiento como “una hermosa realidad” y elogiaba su “majestuosa estructura, plena de belleza arquitectónica y constituyéndose en el elemento más positivo de integración argentino-uruguaya de todos los tiempos”.
“Se prosigue trabajando intensamente en la construcción del Centro de Frontera, en la cabecera argentina, donde se levanta un amplio tinglado que albergará provisionalmente las oficinas de aduana, sanidad, control de vehículos e instalaciones sanitarias”, informaba.
A la vez, el periódico colonense daba a conocer que “las oficinas de correo de Colón, en adhesión a este feliz acontecimiento, comienza hoy la venta de la estampilla postal conmemorativa, con un valor de 6 pesos”.
Durante el acto, el arquitecto uruguayo Juan Fabini, miembro de la comisión del puente, insistió en que sea eliminado el cobro del peaje, publicó La Calle. “Igual temperamento hallamos en declaraciones que tomamos del intendente de Colón, doctor Girard, quien bogó por la superación de todas las trabas que signifiquen el freno a la integración de la zona. En otras autoridades argentinas, en cambio, se halló un concepto distinto en cuanto a que el peaje es fundamental para proseguir con nuevas obras y mejores servicios”.
Sin el pueblo
La inauguración ocurrió el 10 de diciembre de 1975. Estuvo encabezada por María Estela Martínez de Perón, presidente de la República Argentina; y Juan María Bordaberry, presidente de la República Oriental del Uruguay, acompañados por autoridades de ambas localidades.
El martes 9 de diciembre de 1975, día previo a la inauguración, El Entre Ríos había anticipado que la ceremonia sería estrictamente reservada a funcionarios oficiales y vedada al público en forma casi total.
El viernes 12 de diciembre, el mismo medio publicaba: “Podemos decir con total sinceridad que fue una fiesta popular uruguaya –o sanducera- más que colonense, porque las estrictas medidas de seguridad –pese a la invitación del gobierno de la provincia- impidieron que el pueblo colonense y argentino estuviera presente. Periodistas y público uruguayo tuvieron libertad para llegar hasta el centro de la obra, pero del lado argentino solo estuvieron las altas autoridades y fuerzas de seguridad. Desde allí la ceremonia se trasladó a la ciudad de Paysandú”.

Del otro lado del río, los colonenses adhirieron a los festejos con una marcha de los estudiantes realizada en la noche del 10 de diciembre por calle 12 de Abril, precedida por la banda del Batallón de Ingenieros de Concepción del Uruguay.
En el artículo por los 30 años del puente que citábamos al comienzo, Jorge Enrique Martí recuerda aquella ceremonia como “un triste final”.
“Fue tan dura e ilegítima que su evocación se me borra de la memoria y dejo a otros que la cuenten porque pudieron vivirla más de cerca”, señala. Y cuenta que “sin la concurrencia popular, que fue absolutamente prohibida, el Dr. Roberto Eloy Girard (intendente) se negó a participar del acto inaugural y volvió junto a su pueblo. Hasta fue necesario organizar de último momento una comida para los numerosos periodistas que también quedaron apartados por la incomprensible prohibición. Habían llegado de distintas partes de América y del mundo, y dieron puntual información de lo sucedido”.
En la evaluación del poeta tres décadas después, “lo que nos ha dejado el puente fue otra gran frustración. Ahí está el puente que debió llamarse ‘de la amistad’ y que no tiene nada que ver con aquel sueño de sanduceros y colonenses”.
En los días previos a este 50° aniversario, también el historiador Carlos Conte Grand se refirió a aquella ceremonia, las expectativas y la actualidad del puente.
Recuerda la alegría de la gente cuando finalizó la construcción, el 25 de octubre de 1975 y el contraste con la nula participación popular en el acto central del 10 de diciembre. “Los que menos disfrutaron fueron los pueblos”, dice y suma el dato de que “la presidenta argentina aterrizó en tierra uruguaya”.
“La gente quería que se lo llamara Puente de la Amistad, pero los gobiernos determinaron que se llamara Artigas, o sea que se tergiversó la idea original. Hoy el puente nos comunica, es importante, pero no cumplió el sueño de aquellos pioneros. No lo desmerezco, sigue la confraternidad, pero el objetivo emocional no es el mismo, sino que es económico”, opina.
Finalmente, dio su parecer sobre el conflicto generado por la posibilidad de que se instale una planta de combustible en Paysandú, frente a las playas Colón.
“La confraternidad la hacen los pueblos, no los gobiernos. Tanto del lado uruguayo como del argentino, la gente no quiere eso”, sostiene.
“Nos va a afectar muchísimo. Va a ser muy duro para la economía de Colón, que vive del turismo. Felicito a todos quienes se están movilizando y concientizando”, concluye Conte Grand.
Fuente: El Entre Ríos
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