El presidente de EE.UU. se puso en el centro de la negociación y dice que se está cerca de una tregua. Pero el costo para Zelensky será enorme: podría perder el 20% de su territorio.
En cualquier guerra todas las partes en disputa pierden. Pierden vidas, pierden recursos, pierden la paz de vivir en paz. Sin embargo, aun así suele haber contendientes que resultan más ganadores y otros más perdedores en el saldo final. Eso es lo que parece estar ocurriendo en este momento con la guerra entre Rusia y Ucrania. Y es que los puntos centrales del "acuerdo de paz" que se viene negociando implican una clara victoria de Vladimir Putin sobre Volodymyr Zelensky. Y esa potencial tregua, encima, viene apoyada (y fogoneada) por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, que quiere ser el protagonista central de un pacto semejante. En ese virtual acuerdo no sólo aparece como gran perdedor Ucrania sino que también lo hace la Unión Europea que, durante estos cuatro años de guerra, desde que comenzó la invasión rusa el 24 de febrero de 2022, le dio su apoyo incondicional en armas, recursos y sanciones contra su enemigo. De prosperar los términos de esta tregua eso implicaría que se fijen las fronteras en donde hoy está el frente de combate, es decir, que Ucrania perdería cerca del 20% de su territorio, alrededor de 116.000 km2, quedando en poder de Rusia toda la franja que une Crimea (península ya anexada en 2014) con el Donbass. En concreto, Zelensky podría llegar a perder Lugansk, Donetsk, Zaporiyia y Kherson, además de Crimea, y cedería todo el control sobre el Mar de Azov.
En las últimas horas, después de la reunión con Zelensky, Trump aseguró que ambos estaban "quizás muy cerca" de un acuerdo para poner fin a la guerra con Rusia. Aunque aclaró que aún quedan algunos apuntes ríspidos por resolver. Algunos, sin duda, apuntan a esas cesiones territoriales tan extensas; otras a los recursos económicos naturales (por ejemplo el gas y, en particular, las tierras raras) y, sobre todo, cómo seguirá la cuestión de la seguridad y la defensa en toda esa región. Sin embargo, poco después de que se anunciaran esos avances en las negociaciones, el gobierno ruso anunció que todo se puede caer tras un presunto ataque con 91 drones ucranianos -todos derribados- contra la residencia presidencial de Putin en Nóvgorod, a 575 km al noroeste de Moscú.
Esos 116.000 kilómetros cuadrados (el 19,2% del territorio ucraniano) serán una victoria implacable para Putin en caso de que así se acuerde. Esto representa cerca de un 1,2% más que hace tres años, lo que demuestra que las fuerzas rusas han logrado avanzar en 2025 al ritmo más rápido desde 2022, cuando comenzó la "Operación Militar Especial", así bautizada por Putin. Rusia ya considera -además de Crimea- que las regiones conquistadas ya le pertenecen, algo que no es aceptado por Occidente, en especial por la UE- que señala que todas esas anexiones son ilegales.
Aún así, la Federación Rusa no conquistó por completo esa región del Donbass ya que Ucrania mantiene bajo su control unos 5.000 km2 de Donetsk y exige que esas tropas se retiren si es que quieren una tregua. En el caso que eso no se cumpla, amenaza con conquistar más territorio ucraniano. Rusia tampoco controla todas las regiones de Zaporiyia -donde funciona la central nuclear más importante de Europa- y Kherson, pero sí tomó pequeñas partes de las regiones de Kharkiv, Sumy, Mykolaiv y Dnipropetrovsk. Y esto es clave porque Putin podría estar de acuerdo de ceder estas últimas conquistas a cambio de la totalidad del Donbass.
Kiev rechaza públicamente ceder ese territorio por el que vienen combatiendo desde hace cuatro años, aunque cada vez más referentes creen que eso será irremontables, mas cuando leen las palabras de Trump en las que plantea, en cierta forma, que Ucrania se tiene que resignar a perder.
Tras la reunión del domingo entre Zelensky y Trump ambos presidentes salieron a aclarar que el futuro del Donbass no está decidido, aunque es de suponer que los presuntos "avances" citados por el estadounidense que agregó que van "en la dirección correcta". Ya en la propuesta original que había presentado EE.UU. se hablaba de una zona económica libre si Ucrania abandonaba el área, pero sin aclarar demasiado cómo se llevaría adelante.
Mientras tanto, Zelensky reclama que haya garantías firmadas para la seguridad de Ucrania con vistas a que no vuelva a ocurrir una nueva invasión por parte de Rusia. En el borrador que se está estudiando se contempla que EE.UU. sería una suerte de garante durante 15 años, pero el presidente ucraniano quiere que eso se extienda por 50 años. Por su parte, Trump quiere que Europa asuma la mayor parte de dichas garantías -con respaldo de Estados Unidos- aunque sin aclarar de qué manera se haría. Y allí entra un punto en conflicto adicional porque Rusia se opone a cualquier despliegue de tropas extranjeras en Ucrania. Entonces, la pregunta que surge es ¿cómo se garantizaría esa seguridad sin la presencia m militar de otras naciones?
Además, Rusia exige que se establezcan límites al tamaño del ejército de Ucrania, país que -por lo menos- quiere mantener tropas en las dimensiones actuales: unos 800.000 soldados. Putin exige, a su vez, que se garantice la seguridad de los hablantes de ruso y los creyentes ortodoxos en Ucrania, algo que Zelensky dice que siempre hizo.
Pero sin dudas uno de los temas centrales -y uno de los ejes por el que comenzó la actual guerra- es qué va a pasar con Ucrania y la OTAN. De acuerdo al borrador -y tal como siempre exigió Rusia- Ucrania no ingresará nunca a la Alianza Atlántica, ni ahora ni en el futuro. Y debe quedar por escrito que esa Organización no crecerá más y se quedará sólo con los 32 miembros con los que cuenta en la actualidad. Ese compromiso significa que la OTAN -con EE.UU. a la cabeza- no extenderá más sus límites hacia el Este. Las autoridades rusas quieren que Ucrania consagre esa no pertenencia en su Constitución, quedando así sellado su compromiso a que no se uniría a la OTAN. Esa medida ya gozaría del visto bueno del propio Trump quien desde hace tiempo se viene quejando por la diferencia que hay entre los aportes que hace EE.UU. y el resto de los miembros para el sostenimiento de esa Organización.
Lo que sí se le permitirá a Ucrania tener un acceso preferencial a corto plazo al mercado europeo mientras se considera su solicitud de unirse a la Unión Europea. En ese marco de nuevos relacionamientos internacionales, Estados Unidos, la OTAN y los países europeos proporcionarían a Ucrania garantías de seguridad que reflejan el Artículo 5, la cláusula de defensa mutua del tratado fundador de la OTAN, algo que en principio no es visto con buenos ojos en el Kremlin.
Otras de las exigencias de Rusia es que se le devuelva y/o se descongelen los recursos rusos que fueron embargados por distintos países occidentales. La posición de Trump es que se debe propiciar la reintegración de ese país a la economía global y, como muestra de eso, impulsará la idea de que se invite a formar parte del G8. Es más, EE.UU. propicia un acuerdo a largo plazo con su otrora enemigo de la Guerra Fría para desarrollar "energía, recursos naturales, infraestructura, inteligencia artificial, centros de datos, proyectos de extracción de metales de tierras raras en el Ártico y otras oportunidades corporativas mutuamente beneficiosas".
El tema de los fondos embargados es otro asunto capcioso. De hecho, hace un tiempo los países europeos parecían dispuestos a financiar la defensa de Ucrania utilizando los fondos retenidos de Rusia. Algo que ahora habrían puesto en puntos suspensivos ya que saben que eso podría complicar las conversaciones de paz que se están llevando adelante, Sin embargo, los líderes de la Unión Europea decidieron prestar otros 90.000 millones de euros a Ucrania con ese objetivo, aunque sin utilizar los recursos rusos.
En ese escenario hay un elemento que aparece como muy escabroso: el tema nuclear. En las conversaciones que se vienen manteniendo no queda en claro qué ocurrirá con la central nuclear de Zaporiyia que se encuentra en territorio ucraniano pero hoy bajo el control ruso. Una de las posibilidades es que se establezca una administración conjunta entre ambas naciones en disputa pero con la participación también del omnipresente EE.UU. Pero todo eso está por definirse y Europa mira con mucha atención lo que allí ocurra ya que se trata de la central atómica más importante del "Viejo Continente". También hay que ver qué ocurre con otros recursos estratégicos como, por ejemplo, las tierras raras, elemento de sumo interés para los EE.UU. Incluso como muchos de esos elementos se encuentran en esos territorios hoy ocupados por los rusos, se especula hasta con que esa nación le ofrezca a empresas estadounidenses participaciones en ese sector.
Y otro tema que está planteado en la discusión es la situación política interna de Ucrania. Hace tiempo que Putin viene acusando a Zelensky de estar usurpando el poder legítimo de su país ya que no convocó a elecciones cuando correspondía y extendió de hecho su mandato presidencial pese a que ya está vencido haces tiempo. Trump comparte esa crítica y por eso en el acuerdo Washington sostiene que se deben celebrar elecciones en Ucrania. Otra victoria más para Rusia. Otra victoria más para Putin. Porque si bien en cualquier guerra todos pierden, algunos pierden más y otro menos. Dejando la idea instalada de vencedores y vencidos.
LOS PRINCIPALES PUNTOS DEL BORRADOR DEL ACUERDO
1. Se confirma la soberanía de Ucrania. Establecemos que Ucrania es un Estado soberano, y todos los signatarios del acuerdo lo confirman con sus firmas.
2. El presente documento constituye un pacto de no agresión pleno e incondicional entre Rusia y Ucrania. Para apoyar la paz a largo plazo, se establecerá una función de monitoreo para supervisar la línea de contacto mediante vigilancia espacial no tripulada, para la detección temprana de violaciones y la resolución de conflictos. Los equipos técnicos acordarán los detalles.
3. Se deben dar a Ucrania fuertes garantías de seguridad.
4. Las Fuerzas Armadas de Ucrania estarán compuestas en tiempo de paz por 800.000 hombres.
5. Estados Unidos, la OTAN y los Estados signatarios europeos proporcionarán a Ucrania garantías de seguridad que reflejen el artículo 5.
6. Rusia consagrará una política de no agresión hacia Europa y Ucrania en todas las leyes necesarias y en todos los documentos de ratificación requeridos.
7. Ucrania se convertirá en miembro de la Unión Europea en un plazo específicamente establecido y, a corto plazo, se le concederá un acceso especial al mercado europeo.
8. Un sólido paquete de desarrollo global para Ucrania, que se establecerá en un acuerdo independiente sobre inversión y prosperidad futura. Este debería abarcar una amplia gama de áreas económicas. (Este punto incluye varios subpuntos que describen los esfuerzos en detalle).
9. Se establecerán varios fondos para abordar la recuperación de la economía de Ucrania, la reconstrucción de zonas y regiones devastadas por la guerra y las cuestiones humanitarias. (Las inversiones se describen con más detalle en las subsecciones).
10. Tras la conclusión de este acuerdo, Ucrania acelerará el proceso de conclusión de un acuerdo de libre comercio con los Estados Unidos.
11. Ucrania confirma que seguirá siendo un Estado libre de armas nucleares de conformidad con el Tratado sobre la no proliferación de las armas nucleares.
12. La central nuclear de Zaporiyia será operada conjuntamente por tres países: Ucrania, Estados Unidos y Rusia.
13. Ucrania y Rusia se comprometen a implementar programas educativos en las escuelas y en la sociedad que promuevan la comprensión y la tolerancia entre las diferentes culturas y eliminen el racismo y los prejuicios. Ucrania aplicará las normas de la Unión Europea sobre tolerancia religiosa y protección de las lenguas minoritarias.
14. En las regiones de Donetsk, Luhansk, Zaporizhia y Kherson, el despliegue de tropas, según lo acordado al momento de este acuerdo, constituirá la frontera. (Varios subpuntos describen cómo se moverán las tropas y qué zonas se espera que Rusia abandone).
15. Habiendo alcanzado un acuerdo sobre los futuros acuerdos territoriales, tanto Rusia como Ucrania se comprometen a no modificar estos acuerdos por la fuerza.
16. Rusia no impedirá que Ucrania utilice el río Dniéper y el Mar Negro con fines comerciales.
17. Se creará un comité humanitario para resolver las cuestiones pendientes relativas a los prisioneros de guerra, los rehenes –incluidos los niños– y los presos políticos.
18. Ucrania debe celebrar elecciones lo antes posible después de la firma del acuerdo.
19. Este acuerdo es jurídicamente vinculante. Su implementación será supervisada y garantizada por un Consejo de Paz presidido por el presidente Trump. Ucrania, Europa, la OTAN, Rusia y Estados Unidos serán miembros del consejo. Se aplicarán sanciones en caso de incumplimiento.
20. Una vez que todas las partes hayan aprobado el acuerdo, entrará en vigor inmediatamente un alto el fuego completo.
(*) Artículo originalmente publicado en mundonews.com.ar. Se reproduce por gentileza de su autor.
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