Hotel Rivera, uno de los más emblemáticos y recientemente refaccionado de La Paz, bajó sus persianas.
La secretaria de Turismo del lugar, María Luz De Bernardo, explicó que “la estructura operativa de los hoteles, con mayor cantidad de personal y costos fijos más elevados, los vuelve más vulnerables” en el contexto económico actual.
“Las cabañas se sostienen porque generalmente son atendidas por los propios dueños”, comparó, destacando la diferencia en la sostenibilidad de los distintos tipos de alojamiento.
Respecto a la ocupación hotelera durante el receso invernal, La Paz no ha alcanzado los niveles esperados. Según De Bernardo, los fines de semana registran una ocupación que oscila entre 50 y 60 por ciento, mientras que durante la semana la ocupación es aún menor.
Esta nota es posible gracias al aporte de nuestros lectoresSumate a la comunidad El Miércoles mediante un aporte económico mensual para que podamos seguir haciendo periodismo libre, cooperativo, sin condicionantes y autogestivo. |