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Cuidar el río, a sus pescadores artesanales y nuestros bienes pesqueros

Venimos insistiendo en la necesidad de conformar un comité de gestión de cuenca de los ríos Paraná y Paraguay dentro del territorio nacional.

 

(*) Por IRENE AGUER Y JORGE DANERI

 

Los gobiernos de Corrientes y Chaco han adoptado medidas adecuadas, que deben y pueden ser la base para las decisiones a tomarse frente a la crisis de las pesquerías en Santa Fe y Entre Ríos. No solamente porque son las decisiones adecuadas en cuanto a la crisis ecológica de nuestros ríos y sus cuencas, pero también porque así se crea la base para una cooperación mas amplia entre las provincias en la misma cuenca y el Estado Nacional, para desarrollar e implementar una visión de cuenca hacia el futuro inmediato. Porque aunque los "recursos naturales" son de las provincias, no es posible protegerlos solos en razón de que los mismos y sus reinos de vidas, no tienen fronteras.

El caso de la pesca continental es una demostración escandalosa de las escalas de falta de articulación de políticas centrales en la gestión de los bienes comunes pesqueros. Los ámbitos naturales de mayor reproducción de peces que se dan en el río Paraná, es en su sector medio, donde algunos de sus estados provinciales han dictado la veda total (Chaco y Corrientes). Las provincias de Santa Fe y Entre Ríos han manifestado por medio de funcionarios del Poder Ejecutivo que no resulta necesario declarar la veda, atento el "recurso pesquero" no estaría en una situación crítica y atendiendo a la problemática social que generaría la veda total. También en esta línea, se observa que no se da valor político a lo requerido por la Honorable Cámara de Diputados en su primera sesión durante la pandemia.

La cuenca en análisis es compartida con Santa Fe, pero también con Corrientes, Chaco y Formosa, ¿por qué sólo debemos estar a lo que haga Santa Fe?

La falta de gestión integrada de los bienes naturales ha llevado históricamente a la desaparición de los mismos. Sólo a través de una gestión integrada de poblaciones de peces que comprenda a todas las provincias e incluso a todos los países involucrados será posible lograr la sustentabilidad de las pesquerías en el tiempo. Esta gestión se trata de la revisión de datos históricos tomados en base a principios ecológicos que permitan la adecuada caracterización y gestión, esto tanto para situaciones normales como para aquellas situaciones extraordinarias (cada vez menos extraordinarias) como la que vivimos hoy.

Es muy interesante acceder a la Resolución del Gobierno de Chaco Número 399 del 8 de abril, en razón de la fundamentación de la veda, destacándose la claridad política y jurídica en la interpretación, cumplimiento y aplicación del principio precautorio y el preventivo frente a un hecho histórico por la gravedad de la bajante de todos los ríos en la cuenca y su perdurabilidad, sustentados además en informes precisos y técnicos de los ámbitos provinciales competentes y nacionales, como el Instituto Nacional del Agua y la Comisión de Pesca Continental y Acuicultura, " ... donde el Laboratorio de Pesca Continental del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, presento los resultados señalando que el reclutamiento de los peces, en particular el sábalo, ha presentado niveles relativamente escasos en las últimas dos temporadas 2017–2018 y 2018–2019. De lo que se desprende que la situación de bajante es continua en el tiempo, aunque se ve agravada en estos momentos". Seguramente las autoridades políticas de Entre Ríos y Santa Fe, tienen claro el papel del sábalo en la reproducción de todas las especies.

 

Bajante persistente y extraordinaria

El comportamiento del río es cíclico, pero esos ciclos no implican bajantes de tal magnitud en otoño. La bajante no sólo es histórica, es además larga y extemporánea. La bajante del río puede tener un componente natural, sin embargo, este se ve exacerbado por el Cambio Climático Global producido por actividades humanas como la industrialización, la agricultura extensiva, los incendios intencionales, los desmontes y los represamientos de los ríos. Entonces ¿el río está bajo solamente por un fenómeno natural?

Cada vez se pesca menos, y ha sido así durante los últimos años. Sin embargo ello parece no importar a los tomadores de decisiones, quienes justifican la ausencia de veda basados en el absurdo de que "se pesca menos", lo que no se debe a una conciencia ambiental de aquellos que llevan una economía de subsistencia sino  al descenso de los números de los reclutamientos de peces llamados "comerciales", cuando de los otros, prácticamente no sabemos nada.

La Resolución del Gobierno de la provincia de Chaco enseña, pero también denuncia, que la dinámica de la población de nuestros peces que habitan y viven en su transitar por los ríos Paraná y Paraguay dependen casi exclusivamente de los ciclos hidrológicos, "... haciendo coincidir el momento crítico de la vida de los peces con las crecidas de los ríos, según explica el Informe de la Dirección de Recursos Naturales de la Provincia (Chaco) de octubre de 2019. Que la situación del río perjudica la reproducción y crecimiento natural de los peces, lo que ya se verificaba en los años anteriores y se agrava por la actual bajante extraordinaria del río".

 

Prevenir y proteger

 

La Constitución de Entre Ríos consolida los principios precautorio y preventivo y exige la protección de los reinos de vida que conforman el sistema de humedales, sistema que además recibe un tratamiento focalizado y de especial protección (Artículos 83º y 85º). El estado debe establecer "medidas preventivas y precautorias del daño ambiental" determina la norma mayor, ratificando la operatividad de los principios referenciados.  Este sistema de humedales esta hoy en grave crisis ambiental por las razones que son de público y notorio conocimiento. También se debe tener presente que todo el río Paraná en su sector medio, como parte del Paraná inferior se encuentran protegidos por dos Leyes que lo conforman como Áreas Naturales Protegidas y un Sitio RAMSAR en el Delta, área de importancia internacional y dos parques nacionales de humedales, entre otras normas aplicables y más que vigentes, habiendo sido dichas leyes provinciales ratificadas en su vigencia y significación dentro del derecho ambiental provincial y nacional por sentencias inapelables de la Justicia provincial y de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (casos Bema Agri y emprendimiento inmobiliario Amarras).

 

La falta de una visión integral y sinérgica en la aplicación y visión que los "Principios Rectores de la Política Hídrica Nacional" aprobados en el año 2003, como de la Ley General del Ambiente, Ley de gestión de Aguas,  como finalmente, la falta de publicación de los informes técnicos de las áreas competentes de Entre Ríos que avalen estas decisiones para afirmarse que no es grave el escenario de los bienes pesqueros en Entre Ríos; es insostenible y debe ser urgentemente revisada por la nueva gestión de gobierno en sus áreas de ambiente y producción, entre otras.

 

En esta inteligencia ¿Cuáles son los datos de las poblaciones de peces en la provincia de Entre Ríos? ¿Dónde están publicados? ¿Cómo monitorea el río la Dirección de Recursos Naturales  Renovables de la Provincia de Entre Ríos? ¿Dónde publica sus datos?

 

Preservar nuestro futuro

 

Es fundamental que las familias de pescadores artesanales puedan seguir realizando su pesca de subsistencia, exclusivamente y en el marco de la veda y la pandemia, recibir la ayuda y acompañamiento de los aportes que el estado nacional y provincial están brindando a los seres humanos más vulnerables en semejante escenario, más aún en esta caso y con un adicional complementario por los meses de la veda y en función de sus propias realidades de ingresos económicos cotidianos.

 

Se debe establecer una veda totalmente direccionada a preservar a los pescadores tradicionales, sus familias y su sostenibilidad, imposibilitando la enorme depredación de los frigoríficos extractivistas, disponiendo de un control relevante en los cupos autorizados de exportación frente a un escenario ecológico y de cambio climático, que no es más una emergencia, será lo permanente, reiterándose como eventos extremos durante décadas, sino todo este siglo, por lo menos.

 

El aspecto socio económico es cuidar a los pescadores y el aspecto ambiental es cuidar a los peces, teniendo claro que no existe justicia social sin justicia ambiental. Ahora bien, sin peces no hay pescadores o sea sin visión de preservación ambiental no hay aspecto socio económico. La declinación de las poblaciones de peces produciría un impacto socio económico de raíz muy profunda, ya que los pescadores artesanales deberían abandonar una actividad que ha realizado por generaciones y que es parte de la cultura de la región.

 

Si los ríos se siguen vaciando de sus reinos de vida, el principio de sustentabilidad y equidad intergeneracional serán solo letra muerta. Y éste caso será un ejemplo más, de que no entendemos lo que está sucediendo en un punto de inflexión que la pandemia y sus causas nos interpela como sociedad y a la política que no se pone a la altura de estas circunstancias. La visión de cuenca en la gestión de la agenda verde que se merece, es un grito de la tierra y un grito de los pobres, no de las corporaciones que están vaciando y destruyendo la diversidad biológica, social y cultual de nuestras cuencas.

 

(*) La licenciada Irene Aguer y el abogado Jorge Daneri son integrantes de la Unidad de Vinculación Ecologista, (UVE) Fundación La Hendija. Paraná, Entre Ríos y de la Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas.

 

 

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