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Estudiantes de Uader elaboran un plan para recuperar el Parque Costero de Paraná

Un grupo de estudiantes de la Licenciatura en Turismo de la Universidad Autónoma de Entre Ríos (Uader) elaboró un proyecto para recuperar y poner en valor el Parque Costero “Vuelta de Obligado”, el frustrado espacio pensado para el acceso público al río Paraná.

 

Como se recordará, en 1995, durante la intendencia de Julio Solanas (PJ), se anunció un proyecto para crear un corredor natural y turístico sobre las barrancas ubicadas en Pedro Londero al final, al noreste de la capital entrerriana. La iniciativa avanzó hasta contar con una ordenanza, aunque no prosperó porque los terrenos privados lindantes a la calle que termina sobre la orilla no fueron expropiados, ni tampoco se elaboró un plan para incluirlo en el patrimonio de la ciudad. En abril de 2024 este sector ribereño de alto valor ambiental y cultural volvió al tapete por el conflicto suscitado ante el avance de un desarrollo inmobiliario y la ocupación de esos lotes por familias de pescadores. La Asamblea Ciudadana Vecinalista de Paraná hizo suyo el reclamo, pero luego hubo acuerdos entre los privados involucrados para el desalojo que terminaron por deshilachar el reclamo. Ahora, en un trabajo académico al que accedió ERA Verde, se propone llevar adelante un plan para ordenar los usos del terreno, proteger el monte nativo y desarrollar actividades educativas y turísticas de bajo impacto, en base a un elaborado trabajo de antecedentes del marco legal que habilita su implementación.

Un grupo de alumnos de la Licenciatura en Turismo de la Uader presentó un plan para poner en valor el Parque Costero “Combate Vuelta de Obligado”, un lugar con alto valor ambiental e histórico que recientemente fue el foco de denuncias por parte de vecinos ante un avance de un desarrollo de condominios del grupo inmobiliario de José María Armándola y Matías Folonier. La propuesta de los universitarios apunta a rescatar el acceso público al río, conservar el monte nativo y promover un turismo sustentable.

El trabajo fue presentado por un equipo interdisciplinario. El proyecto destaca ese sector ribereño de Paraná en el que se combina barrancas, monte nativo y humedales. En este orden, en el texto conocido por ERA Verde, señalan que ese sector forma parte de la Reserva de Usos Múltiples (RUM) “Paraná Medio”. Esta área abarca las islas y costa de jurisdicción entrerriana desde Diamante a La Paz, en una superficie aproximada de 80.000 hectáreas que se encuentran amparadas por la Ley Nº 9.485 del año 2003. La iniciativa de los estudiantes, plantea convertir el sector en un espacio de conservación, recreación pública y turismo sustentable, articulando a vecinos, instituciones educativas y organismos provinciales.

DETALLES

El trabajo de referencia se realizó en el marco de la cátedra Planificación, Formulación y Evaluación de Proyectos, de la Licenciatura en Turismo que se dicta en la Facultad de Gestión. Los alumnos, Milagros Anabella Ayala, Alejandro Arnaiz, Giuliana Belén Gutiérrez y José Francisco Jacob, proponen diseñar un sendero costero interpretativo, mejorar el acceso mediante el camino de sirga, incorporar señalética ambiental e histórica, así como desarrollar actividades educativas y recreativas de bajo impacto, como caminatas, kayak y observación de aves. También contempla instancias de formación para guías locales y acciones de restauración de flora nativa.

Según los impulsores, el objetivo es ordenar los usos, mejorar la presencia institucional en la zona y evitar prácticas que hoy afectan el ambiente, como quemas, residuos, caza furtiva y degradación del monte nativo. Luego del conflicto que estalló en los primeros meses de este año, la Municipalidad de Paraná apuntó a mejorar el acceso al río, por la traza pública, en un lugar de difícil acceso por su topografía de barranca. En efecto, el reciente problema se suscitó porque los pescadores que habitaban la costa utilizaban una bajada que pasaba por los terrenos de los privados. El surgimiento del desarrollo inmobiliario, con el cercamiento y acondicionamiento del terreno, representó que no contaran con esa bajada histórica al río y se puso el cuestión hasta dónde ese paso era parte del mentado Parque Costero y hasta dónde avanzó esa proyecto del ex intendente Julio Solanas. Finalmente, en instancias de mediación abiertas en la Defensoría del Pueblo, terminaron por aclarar que los privados tenían títulos legítimos sobre esa propiedad y toda la efervescencia por el acceso público al río se evaporó.

La iniciativa de los estudiantes entiende al parque como una oportunidad para ampliar el acceso público al río, fortalecer la identidad barrial y sumar un atractivo de naturaleza a la oferta turística provincial. En su fundamentación, combinan los aportes ambientales y los valores de comunidad e identidad. Así, el proyecto se basa en tres ejes de fundamentación:

Ambiental: la costa este de Paraná conserva uno de los últimos tramos de monte nativo en la zona urbana y cumple un rol clave como corredor biológico entre el Espinal y el Delta del Paraná. La propuesta apunta a su preservación, monitoreo y recuperación.

Social y comunitario: la zona es utilizada por vecinos para actividades recreativas sin infraestructura adecuada. El proyecto plantea mejorar la seguridad, accesibilidad y calidad del espacio público, incorporando a la comunidad en actividades educativas y de cuidado.

Cultural e histórico: el área tiene antecedentes vinculados a la presencia de pueblos originarios y un fuerte simbolismo asociado a la Vuelta de Obligado, reforzado por la ordenanza municipal que da nombre al paseo. La iniciativa prevé incorporar estos elementos mediante señalética y contenidos pedagógicos.

MARCO NORMATIVO

En cuando a los antecedentes legales que permiten impulsar la idea, el proyecto señala como respaldo un conjunto de normas que legitiman y orientan la posibilidad de intervenir en la zona. Entre estas se enumera: La ordenanza Nº 7.735, que creó el Paseo Costero y autoriza la apertura y mantenimiento del camino de sirga. La Ley Provincial Nº 9.485, que declaró la Reserva de Usos Múltiples Paraná Medio, dentro de cuyo perímetro se encuentra el sector propuesto. La Ley Provincial Nº 10.479 y el Decreto 2.474, que regulan las áreas naturales protegidas, sus categorías de manejo y los requisitos para planes de gestión y monitoreo. La Ley Nº 10.284 de Ordenamiento Territorial del Bosque Nativo, que clasifica el área como Categoría Rojo, prohibiendo el desmonte y orientando cualquier intervención hacia la conservación. Las leyes nacionales Nº 25.675 (General del Ambiente) y Nº 26.331 (Bosques Nativos), que establecen presupuestos mínimos para protección, evaluación de impacto y manejo sustentable. También la normativa del Camino de Sirga, que garantiza el acceso público a la costa y habilita intervenciones compatibles con ese carácter y el marco de la Convención Ramsar, que impulsa la protección de humedales y respalda la importancia ecosistémica del Paraná Medio.

El texto señala que este entramado legal “ofrece un escenario de viabilidad institucional claro para el desarrollo del parque, siempre que las intervenciones se ajusten a criterios de bajo impacto y conservación”.

 

EXPECTATIVAS

Como aportes ecosistémicos y beneficios esperados, la propuesta destaca que el parque podría consolidarse como un área clave para la calidad ambiental urbana, generando: protección del monte nativo y restauración del ecosistema ribereño; regulación microclimática y mitigación de efectos del calor urbano; mejora en el drenaje y retención hídrica; refugio de fauna autóctona y oportunidades de educación ambiental y ciencia ciudadana, se detalla en el escrito conocido por ERA Verde.

El documento también subraya que la puesta en valor “permitiría fortalecer la presencia del Estado en un sector frágil y actualmente expuesto a usos incompatibles con la conservación”.

El plan para recuperar el Parque Costero también contempla su viabilidad económica. Aunque la inversión inicial se proyecta como moderada, el proyecto prevé un retorno económico indirecto a través del crecimiento del turismo de naturaleza, uno de los segmentos de mayor expansión en Entre Ríos.

La iniciativa plantea que el parque podría integrarse a la red de atractivos ribereños de Paraná —como el islote Curupí o la zona del Thompson— y contribuir a aumentar el pernocte turístico. También destaca la posibilidad de generar empleo local mediante: guías de sitio; servicios náuticos de bajo impacto; mantenimiento ambiental y producción artesanal y gastronomía vinculada a la identidad ribereña.

El documento concluye que, con un marco legal que lo sostiene, un diagnóstico ambiental favorable y una demanda creciente de actividades al aire libre, el Parque Costero Vuelta de Obligado “tiene condiciones para convertirse en un nuevo nodo de conservación, educación y turismo sustentable para la ciudad”.

 

Por Silvio Méndez (ERA Verde)

 

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