El reconocido historiador Eduardo Lazzari encabezó un emotivo conversatorio organizado por la Municipalidad y la Obra Don Bosco, se celebraron los 150 años de la llegada de los primeros salesianos a la Argentina y los 65 años de su obra en Concepción del Uruguay. Autoridades, docentes, exalumnos y la comunidad se reunieron para rendir homenaje al legado educativo, social y espiritual de Don Bosco.
La Municipalidad de Concepción del Uruguay y la Obra Don Bosco de la ciudad organizaron un emotivo conversatorio para celebrar dos fechas significativas: el 150° aniversario de la llegada de los primeros misioneros salesianos a la Argentina y el 65° aniversario de su presencia en Concepción del Uruguay. El evento contó con la participación de alumnos del Instituto Santa Teresita: “ellos son los destinatarios de las ideas de Don Bosco, quien piensa su obra en función de esos niños que no tenían posibilidades”, explicó el historiador Eduardo Lazzari, de vasta trayectoria en medios nacionales y que encabezó el encuentro.
Junto a los alumnos, estuvieron presentes el intendente José Lauritto y autoridades del ejecutivo municipal; la presidenta del Honorable Concejo Deliberante Rossana Sosa Zitto y concejales; el senador provincial Martín Oliva; el Administrador Parroquial Presbítero Oscar Poos; la rectora Rosana Sosa; el Párroco de la Inmaculada Concepción Presbítero Gregorio Nadal; el ex rector Pedro Bózzolo, ex docentes y ex alumnos de la casa salesiana, la comunidad parroquial y vecinos del barrio.
El profesor José Vernaz inició el conversatorio explicando los orígenes de la Obra Salesiana, destacando un sueño que tuvo Juan Bosco en 1824 donde Jesús le presenta a la Virgen diciéndole "Aquí tienes a la Maestra" para llevar adelante esta congregación que hoy son los salesianos en el mundo. Vernaz resaltó cómo la vida de Don Bosco nutrió la experiencia misionera de dedicarse a los jóvenes y a las escuelas y cómo se fueron extendiendo por la zona hasta la llegada a Concepción del Uruguay en 1960.
La fundación de la Obra Salesiana en Concepción del Uruguay no fue un hecho repentino; los presbíteros Juan Rolando y Pablo Scéliga fueron los encargados de llevar adelante la creación de la obra en la ciudad. Al respecto, el intendente José Lauritto recordó la labor pastoral que los salesianos han desarrollado y que “para esta localidad fue un hecho emocionante tener a Juan Bautista Rolando porque fue un ejemplo”.
“Me tocó ser parte de la primera promoción de Don Bosco en Concepción del Uruguay, con educadores que te formaban para la vida. Don Bosco formó a muchos dirigentes de la ciudad, también fue una cuna de actores de teatro y ha logrado forjar una identidad que hoy la vemos arraigada con mucha fuerza. Gracias a todos por participar y por ser parte de este homenaje”, señaló Lauritto.
La aventura salesiana en Argentina
El destacado historiador Eduardo Lazzari narró la llegada de los diez salesianos enviados por Juan Bosco al puerto de Buenos Aires, acompañados por Juan Cagliero, quien sembró las bases del movimiento salesiano en territorio argentino. "Cagliero fue un héroe que trascendió los ámbitos religiosos, siendo un referente clave en lo social, político y cultural. A menudo nos enfocamos únicamente en la dimensión espiritual de estos personajes eclesiásticos, olvidando su impacto profundo en la sociedad", expresó Lazzari.
El panorama que aguardaba a los salesianos en Buenos Aires distaba de ser apacible. Existía un sector considerable de la población porteña que mostraba una marcada hostilidad hacia la Iglesia católica. Antes de partir, Don Bosco les había impartido un mensaje claro: "Propaguen la devoción a María Auxiliadora y serán testigos de milagros. Dedíquense a los niños y a los enfermos. Busquen las almas". Inspirados por estas palabras, aquellos hombres no se detuvieron ante las adversidades ni permanecieron inactivos. Su labor se convirtió en el tronco del cual brotó la Familia Salesiana en Argentina, expandiéndose posteriormente por todos los países de América.
Hoy en día, este árbol salesiano produce frutos abundantes en múltiples áreas: educación juvenil y popular, servicio a los más necesitados, promoción humana, evangelización y catequesis, presencia misionera, cultivo de los medios de comunicación, enriquecimiento de la cultura universitaria y formación para el trabajo agrario e industrial. Todo este esfuerzo está orientado al servicio de la juventud y del pueblo, reflejando el espíritu de Don Bosco y su legado perdurable.
“El rol de los salesianos en la ampliación de las fronteras de la Argentina fue fundamental, especialmente por su tarea en el sur, en la ampliación del territorio nacional. Así como no se puede pensar en una argentina colonial sin la labor de los Jesuitas, no se puede pensar en una Argentina republicana, sin la labor de los salesianosa fines del siglo XIX”, destacó Lazzari.
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