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Juicio a Flores: “Sé que esto no va a parar. Esta situación me atacó por todos lados”, dijo una de las denunciantes

En el segundo día del juicio pasaron varios testigos y los tres denunciantes. Declararon la abogada Norma Aguet; la contadora y funcionaria judicial Alicia Mabel Casulino; el psicólogo Germán Canteros; los abogados Amadeo Fernández, Natalia Bordín y Matías Melgares; y los funcionarios judiciales Gabriela Gaitán, Jorge Yuri y Fabiola María Lidia Ibarra, además de la abogada Natalia Burgos (los últimos cuatro fueron testigos citados por la defensa).

 

N.B. de ANÁLISIS

La segunda jornada del enjuiciamiento que se sigue al juez de Trabajo N°1 de Concepción del Uruguay, Eduardo Flores, suspendido por supuesto mal desempeño en sus funciones y conductas incompatibles con su cargo concluyó después de las 17 este miércoles. Pasaron varios testigos y los tres denunciantes. Declararon la abogada Norma Aguet; la contadora y funcionaria judicial Alicia Mabel Casulino; el psicólogo Germán Canteros; los abogados Amadeo Fernández, Natalia Bordín y Matías Melgares; y los funcionarios judiciales Gabriela Gaitán, Jorge Yuri y Fabiola María Lidia Ibarra, además de la abogada Natalia Burgos (los últimos cuatro fueron testigos citados por la defensa).

El relato de Natalia Bordín fue crudo y desgarrador. La mujer se quebró en varios pasajes de su testimonio, se mostró completamente soprendida con lo que ayer declararon tres de sus ex compañeros y contó detalles escabrosos del hostigamiento que sufre por parte de Flores. “Sé que esto no va a parar. Esta situación me atacó por todos lados”, lamentó.

Al comenzar la jornada, la primera testigo fue Aguet, que es abogada y ejerce la profesión liberal en Concepción del Uruguay. Terminó como declarante porque una socia, Leylén Irungaray, cedió a un pedido del ahora suspendido juez de Trabajo N°1 de esa ciudad, Eduardo Flores, para que le den tareas de procuración en el estudio a su esposa, Julia Peragallo. Si bien nunca se concretó un vínculo formal, hubo un borrador de contrato circulando por los celulares y cuentas de correo electrónico y todo terminó judicializado. Peragallo demandó civilmente a las abogadas y, posteriormente, interpuso un reclamo laboral.

La abogada declaró mediante videoconferencia desde Concepción del Uruguay y se mostró molesta con la situación. Contó que Irungaray comenzó a trabajar en su estudio en 2019. “Antes había trabajado en el Juzgado que estaba a cargo del Dr Flores. No sé si había quedado una amistad entre ellos, pero ella un día me contó que Flores le pidió trabajo para su esposa que estaba ‘bajoneada’. Le contesté un rotundo no. Pero con el tiempo parece que Irungaray cedió a darle algunas tareas. Peragallo nunca pisó mi estudio y ahora me demandó civilmente refiriendo a un contrato que nunca firmé, que supuestamente hizo Flores y lo mandó para que yo me quede tranquila. El Dr (Sergio) Abete es el patrocinante de Peragallo y es el abogado con más actividad en el fuero laboral en la zona. Informé esta situación al Colegio de Abogados de Entre Ríos (CAER) y envié una consulta que están por resolver, porque resulta ser que Abete es el abogado que más litiga en el Juzgado a cargo de Flores”, declaró.

Alicia Mabel Casulino es contadora y se desempeña en la Sala Laboral de Concepción del Uruguay. Fue citada a declarar porque pudo dar cuenta de un cambio de relación y funciones que aquejó a la denunciante Natalia Bordín cuando era secretaria del Juzgado a cargo de Flores. “No voy frecuentemente al Juzgado Laboral 1 pero sí una o dos veces por semana. La señora Bordín (que durante tiempo debió ocuparse de las liquidaciones de sentencias), me consultó hasta la feria de invierno de 2021. Posteriormente, no sé por qué, empezó (Brenda) Grantón a hacerlo”, marcó y agregó: “Bordín me contó que no soportaba la presión laboral. No conozco el motivo de esa presión, pero sé que en el Juzgado el clima cambió y era tenso. No presencié ningún altercado, pero sí sé que se dejaron de hablar”.

“Flores preparó un acting”

Germán Canteros es psicólogo de la Asociación de Empleados Judiciales de Entre Ríos (AJER). Asistió a dos empleadas del Juzgado de Flores: Lara Goycochea y Laura Nomellini. Ambas pidieron una permuta de cargos meses después de la renuncia de Natalia Bordín en el Juzgado. Según contaron distintos testigos en el proceso, Bordín decidió renunciar en febrero de 2022 y nunca se despidió de sus compañeros de trabajo porque temía cruzarse con Flores en los pasillos. Un viernes de finales de junio de 2022, ya en terapia, Bordín decidió pasar a ver a sus ex compañeros. Antes tomó la precaución de averiguar si Flores estaba o no en su despacho, para no generar una situación violenta. Nomellini le dijo que fuera, que Flores no estaba. Cuando el juez se enteró, reunió a todos los empleados y, de mal modo, les trasladó su profundo malestar por el encuentro con Bordín pero específicamente apuntó a Goycochea y Nomellini. Desde entonces, las empleadas vivieron situaciones de estrés y acoso laboral que precisaron como “mensajes contradictorios”, “gritos” y ninguneos por parte de Flores. Acudieron entonces al psicólogo de AJER. Luego de entrevistarlas, el profesional elaboró un informe y, junto a una comisión gremial, se reunieron con Flores para encontrar una salida alternativa al conflicto.

“El informe concluyó en agosto de 2022 y se basó en las entrevistas y la aplicación de formularios para detectar algunos indicadores. Supimos que las dos eras sujetos de malos tratos verbales, gritos y conductas intimidatorias por parte de Flores a lo que se sumaba incomunicación. Era una situación en la que pudimos identificar dos grandes puntos: la incomunicación y la intimidación manifiesta que son los gritos y malos tratos. Esto pone en riesgo psicosocial y deteriora la salud de los empleados”, testimonió el profesional y advirtió que cuando no se viven este tipo de situaciones los empleados perciben “reconocimiento laboral de los superiores, un trato justo y apoyo en el trabajo, respetando márgenes de autonomía y responsabilidades”.

Además, Canteros detectó a través de la aplicación de cuestionarios que una de las empleadas sufrió “acoso psicológico”. “Cuando se aplican los cuestionarios probablemente aparezca ansiedad, problemas cognitivos, depresión”, enunció y añadió que también detectan “estrés postraumático cuando los niveles de ansiedad son altos”. “Ambas dieron indicadores de estas situaciones y una de ellas presentó fatiga física y psicológica”.

El profesional que se desempeña en AJER hace 18 años y dirige una Diplomatura en la Universidad Blas Pascal sobre violencia laboral, recordó que le enviaron el informe a Flores y solicitaron una reunión en su despacho. “Es la primera vez desde que hago esto en AJER que veo algo así, de estas características. Muchas veces la postura de quienes ejercen la violencia es defensiva y negadora pero como el gremio nunca va con una postura confrontativa, siempre hay una buena salida. En esta circunstancia el magistrado hizo una puesta en escena, un acting como si fuera un juicio. Convocó a un psiquiatra no sabemos en qué carácter, a la jefa de despacho (Stella Mary Rougier) a quien puso entre la espada y la pared, de modo coercitivo, para que diga si él había maltratado a Nomellini y Goycochea”, narró.

Canteros también dijo que Flores se mostró “enojado y amenazante, ambivalente y fue tomando tonos distintos”. Sobre el final de la reunión “cambió de postura porque desde AJER se le propuso una permuta de cargos y la salida de las dos empleadas”.

“Nunca vi algo así. Cuando llegamos, él nos estaba esperando en la puerta de su despacho y cuando salimos ya casi no había nadie en el Juzgado para conversar, los empleados se habían ido”, acotó.

Dos abogados lo denuncian por supuesta “animosidad”

Amadeo Fernández y Matías Melgares declararon este miércoles ante el jurado que componen Verónica Mulone y Luis Leissa por el CAER; los legisladores Armando Gay y Gustavo Zavallo; y los vocales del Superior Tribunal de Justicia (STJ), Daniel Carubia, Gisela Schumacher y Leonardo Portela.

Ambos sostuvieron y ratificaron la denuncia presentada ante el jury y hablaron de “animosidad” por parte de Flores para decidir en algunas sentencias. Aclararon que no están en contra de la opinión de Flores sino que advirtieron un “cambio de actitud” a raíz de una supuesta discordancia personal entre el magistrado y Fernández, por la venta o alquiler de una propiedad.

Cuando los abogados presentaron la denuncia ante el jury contra Flores, el año pasado, les llegó una notificación del CAER a raíz de una presentación que el propio Flores hizo en contra de ellos en la Asociación de la Magistratura y la Función Judicial de Entre Ríos. “En esa denuncia que nos hizo, Flores tergiversó la finalización de los dos procesos que nosotros referimos ante el jury, para victimizarse”, dijo Melgares cerca de las 16 de este miércoles.

“Además, después que lo denunciamos, nos enteramos que la secretaria Grantón debía buscarle ‘la quinta pata’ a una demanda que habíamos presentado en el Juzgado de Trabajo 1 para rechazárnosla. Nosotros accedimos a ese mensaje de voz de la secretaria donde dice que debe buscar la quinta pata para rechazarnos la demanda y lo tenemos certificado por escribano a disposición de este Jurado”, aclararon los dos letrados que ofrecieron la prueba y, en ese momento no se aceptó pero, probablemente, ingrese al proceso por un criterio de “amplitud” que rige legalmente al Jurado.

“Ese mensaje nos llevó a corroborar la animosidad”, afirmó Melgares y retomó el trajín de los de un expediente llamado “Garín”, que ellos patrocinaban sin suerte en el Juzgado de Flores y mencionaron en la denuncia ante el jury. “Durante los primeros años de litigio en el Juzgado de Flores no había inconvenientes de ningún tipo, se ganaba y se perdía. Pero desde 2020 eso cambió y con mi socio especulamos que se debió a una negativa de Fernández para alquilarle a Flores una casa que tenía en venta. Esa animadversión se vio manifiesta en dos expedientes que denunciamos. Uno de ellos era una demanda laboral contra una empresa de transporte muy pequeña. Llegamos a una compensación acordada entre la empresa y el trabajador que estaba completamente en negro. Teníamos todo acordado y nos presentamos ante el juez para que homologue ese acuerdo que, usualmente se hacía de modo virtual pero Flores no lo homologó y aumentó los montos del acuerdo. Para la segunda homologación nos convocó presencialmente al Juzgado. El justiciable, nuestro representado, le dijo en muchas oportunidades que aceptaba el acuerdo, la propuesta. Pero Flores no lo ratificó porque dijo que el monto no correspondía a las escalas salariales. Sin embargo, el trabajador estaba completamente en negro y no había derechos adquiridos. Eso ocurrió cuando ya lo habíamos denunciado ante el jury a Flores. Entonces pedimos su recusación. El expediente fue a la Cámara y salió sorteado otro Juzgado donde nos homologaron sin problemas el acuerdo. El convenio quedó firme y el trabajador pudo cobrar”, declaró. “El monto que se había acordado se asemejaba al monto de la demanda pero para aumentarlo como ordenó Flores, nosotros debimos reducir nuestros honorarios, para que la empresa pueda pagar”, dijo.

En sentido similar declaró Amadeo Fernández. “En 2019 intentaba vender una casa y Flores me dijo que quería alquilarla pero me negué. No voy mucho al Juzgado pero mi colega me dijo que Flores lo comenzó a tratar distinto después de eso”. Mencionó la causa “Casaretto” y la causa “Gómez”. Aseguró que Flores razonó una sentencia y los calumnió cuando pidieron una modificación de demanda, “algo común que Flores interpretó como un golpe de timón”. “Fuimos a la Cámara y terminamos ganando el proceso. Lo interpelamos porque nos estaba atribuyendo una conducta penal, por qué no nos denunciaba en Fiscalía si lo queríamos estafar procesalmente como él pensaba. No discuto cómo juzgó sino que hubo animosidad. Nos habló de falso testimonio o adulteración ideológica”, declaró el abogado.

En otro tramo dijo que debió poner dinero de su bolsillo para apelar porque su cliente había perdido injustamente. “El juez puede opinar como quiera y están los remedios judiciales. Pero cuando lo denunciamos ante el jury, él hizo una presentación en contra nuestro en la Asociación de la Magistratura. Desde el CAER nos intimaron diciendo que nosotros lo hostigábamos pero él no le dijo la verdad a la Asociación de la Magistratura”.

Más adelante, sintetizó: “Mis clientes si litigan en el Juzgado de Flores pagan porque yo soy amigo de Bordín. Yo no hice nada pero ahí nos tienen animosidad”.

–Me adelantaré a una pregunta de la defensa. Si es así como dice, por qué entonces no lo denunció usted a Flores en el Ministerio Publico Fiscal? –preguntó el procurador Jorge García.

–Porque tengo miedo de comerme una demanda por daños y perjuicios.

“Pensé que me iba a jubilar en el Poder Judicial”

Natalia Bordín declaró largamente este miércoles. Contó cómo fue su recorrido en el Juzgado de Flores. Su relato coincidió con lo que vienen diciendo varios testigos y ex compañeros de trabajo. Reconoció que su marido tenía un vínculo de amistad con Flores y tenían bienes en común. Habló del “reglamento” que Flores pensó para empresas y aseguró: “Le dije que ese reglamento para empresas me parecía una falta de respeto a profesionales y consultoras que conocen verdaderamente el terreno y cuando le advertí sobre algunas cuestiones en ese documento, me contestó que ‘no tenía que servir porque si no, las empresas dejarían de necesitarlo a él’, me lo dijo alzando la voz”.

“Sé que lo presentó en la empresa Granja Tres Arroyos.  Yo le había dicho que no en la cara. Eso fue antes de la feria de invierno en 2021. Él no se puso bien por esa respuesta que le di y yo ya lo esperaba. El siguió en su notebook, porque esas cosas las cosas las hacía en su computadora. Terminamos  esa jornada sin saludarnos. Durante la feria él me mandó un mensaje por el Día del Amigo y pensé que se le pasaría pero cuando volvimos a trabajar, la relación seguía igual”, describió.

Contó cómo Flores fue sacándole tareas y la situación se tornó más tensa con el transcurrir de los meses. “Me costó darme cuenta que se trataba de una situación violenta. Caí en la cuenta que yo  trabajaba con muchos expedientes donde se denunciaba violencia y siempre ponía a disposición mi teléfono pero en mi caso, no tenía dónde recurrir. Así continuamos durante seis meses, cada vez más se iba patentizando el maltrato. En diciembre de 2021 él se peleó con mi marido porque le dijo que le darían un terreno para construir su casa y quería ponerlo a nombre de la empresa de mi marido para, posteriormente, pasarlo a nombre de su esposa Julia Peragallo. Mi marido le dijo que no”, declaró Bordín.

Contó que ese episodio con su marido ocurrió el mismo mes que Flores le pidió a ella un listado de causas homologadas durante su gestión como secretaria. “No me costó ese listado pero dijo que había homologaciones de las que él no se enteraba y eso no era verdad. Pensé que tendría fuerzas para decirle que me estaba dando cuenta lo que él hacía, que estaba cuestionando mi trabajo y me contestó si no podía hacerlo callada la boca”.

Finalmente, Bordín tomó licencia y en el lapso de la feria de verano decidió su renuncia. Contó que por momentos tuvo “miedo de pasar por la vereda del Juzgado. Me costó muchísimo esto, ya no me daba lo mismo ir a cualquier lado. Me decían que tome licencia pero no quería quedarme cobrando sin trabajar. Yo empecé a pasarla mal cuando Flores me dejó sin trabajar, haciendo sólo tareas administrativas”.

Después Bordín empezó terapia, renunció a su cargo en febrero de 2022 y fue entonces cuando Flores la denunció ante el STJ por supuesto mal desempeño de sus funciones como secretaria. Desde el cuerpo le devolvieron la presentación a Flores y ella nunca se enteró de eso. Mientras tanto, la nueva secretaria seguía pidiéndole ayuda a Bordín, que decidió recurrir al único contacto de la Oficina de la Mujer que tenía agendado, el número de María Laura Deshayes. La persona en cuestión la atendió, la escuchó, le dijo que conocía a Flores, le recomendó seguir con su terapia psicológica y que se comunique con el área de Licencias del Poder Judicial. Se trata de la misma empleada del Poder Judicial que ayer, ante el Jurado aseguró que no conocía el hecho que se investigaba, que Bordín nunca le contó nada.

–Pero ¿usted le contó todo lo que vivió con Flores a Deshayes? Porque ayer mismo, Deshayes dijo que no conocía el hecho que se investiga, que usted no le dijo nada. ¿Le habló de la angustia que estaba atravesando, de las situaciones que ocurrieron con Flores? –inquirió García.

–Sí, exactamente. Yo le escribí un día de tardecita y ella me contestó. Me dijo que estaba trabajando desde el lunes a las 7 y el lunes siguiente, a las 7.07 la llamé y le conté todo. Ella me escuchó, yo estaba muy angustiada, llorando. Me dijo que llame al área de Licencia. Ella me dijo que lo conocía a Flores –subrayó Bordín.

Tiempo después, Flores denunció penalmente a Bordín por haber ido a visitar a sus excompañeros de trabajo en el Juzgado. “Ese día de la reunión Brenda hasta me mandó un fallo. La verdad que con todo lo que había pasado, yo ya no podía ocuparme. Una semana después de la reunión; Mauricio Caffa me escribió para que no vuelva al Juzgado porque se había podrido todo, me recomendó descargar Telegram porque es más seguro que WahstsApp, yo ni conocía la aplicación. Las chicas me contaron que Flores me denunció, que les gritó, que dijo que se sentía amenazado, que yo fui a su oficina a robar documentos y me mandaría a allanar la casa. Me sugirieron hablar con un penalista”, lamentó.

“Grantón siempre se mostró agradecida conmigo”

En otro tramo de su declaración, Bordín contó que Brenda Grantón, testigo en común de las partes, la secretaria que la sucedió y renunció cuando a Flores lo suspendieron, siempre se mostró agradecida con ella. “Todavía tengo los mensajes, por eso ayer cuando leía la nota de ANÁLISIS no podía creer que Brenda haya dicho eso de mí y busqué en mi teléfono los últimos mensajes. Encontré que hasta nos habíamos invitado a los cumpleaños de nuestros hijos. Yo le advertía en los mensajes que Flores quería ponernos en contra y ella me decía que no lo conseguiría”, narró.

A las preguntas capciosas y confusas de la defensa, que intentó llevar a Bordín a cuestionar su propio trabajo, la mujer contestó: “Ahora me encuentro en esta situación de tener que dar explicaciones sobre mi trabajo. Trabajé con un montón de jueces, siempre estuve dispuesta para responder por lo que hacía, siempre me hice responsable. ¿Ahora me piden explicaciones acá? Más que explicaciones, Flores cuando me mandó a hacer listado e informe de causas, más que pedir explicaciones sentí persecución”.

“Di todo de mí. Tenía un bebé chiquito y no había tarde que no fuera al Juzgado. Estaba siempre disponible por mensajes. Comencé a vivir el estrés cuando me faltó el trabajo, cuando me dejaron sólo las tareas administrativas. Y sé que conmigo esto no va a parar. Flores ya llamó a la empresa con la que trabaja mi marido para decir que yo los perjudiqué con mi denuncia y sé que eso es para dejarlo sin trabajo a mi marido también. Sé que puede ser difícil de entender que haya renunciado al Poder Judicial. Pero no puedo creer que mis compañeros vengan acá a denunciarme. No lo puedo creer. Esta situación me atacó por todos lados”, cerró.

 

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