BNA
Inicio » Entrevistas » LGBTIQ un espejo donde reflejarse
Alex Nichea: "Cuando realmente me decidí dije, la masculinidad la voy a construir como se me dé la gana, es así, fue la única forma de derribar ese casillero al cual iba a pertenecer nuevamente". (Foto: G.C)
REFLEXIONES SOBRE DIVERSIDAD SEXUAL

LGBTIQ un espejo donde reflejarse

Si bien reconocen avances, también reconocen falencias sociales: "Básicamente falta ponerse en el lugar del otro y decir, ¿quién soy yo para cuestionar las elecciones, gustos y el registro de placeres del otro? Pasa un poco por ahí, porque no solamente cuestionamos a alguien que nace con genitales masculinos y quiere ser una mujer o viceversa, sino que cuestionamos también el lugar de la sexualidad de una madre soltera o de una trabajadora sexual".

 

Por GUADALUPE COLOMBO Y MARIO ROVINA de EL MIÉRCOLES DIGITAL 

 

La Ley de Identidad de Género de Argentina (26.743) permitió  que las personas trans (travestis, transexuales y  transgéneros ) sean inscritas en sus DNI con el nombre y género elegido. Avala también que los tratamientos médicos de adecuación a la expresión de género sean incluidos en el Programa Médico Obligatorio, garantizando una cobertura de las prácticas en todo el sistema de salud, tanto público como privado. Sancionada el 9 de mayo de 2012 es la única ley de identidad de género del mundo que, conforme las tendencias en la materia, no patologiza la condición trans. Durante las Jornada por el Día Internacional del Orgullo LGBTIQ (organizadas en la Facultad de Ciencias de la Salud de UNER) conversamos con Alex Nichea y Virginia Larrea (*).

 

-¿Cuál es el significado de cada una de las letras LGBTIQ? ¿Qué colectivos representa?

Alex Nichea: La L representa a las personas con intención lésbica, la G de gay, B de bisexuales, la T incluye a personas transexuales, travestis y transgénero, luego tenemos la I de intersexuales, que son personas que nacen con una genitalidad diversa, tanto a nivel cromosómico, genético o anatómico y por otro lado tenemos la Q de Queers que es una cuestión política de disidencia a lo que quieren encajarnos en esas islas nombradas anteriormente.

Virginia Larrea: en cuestiones de sexualidad la información siempre está dada desde la heteronormatividad, entonces, esto de LGBTIQ es clasificar y poder incorporar a aquellos que no se sienten abarcados por lo que es la heteronormatividad. Esto no tiene que ver solo con una cuestión de ser gay o lesbiana, sino de muchas decisiones que se toman desde la sexualidad que son cuestionadas, que son vistas como inmorales. Cuando investigábamos sobre sexualidad durante el ciclo que tiene la carrera de medicina (que se dicta en la Facultad de Ciencias de la Salud – UNER) nos encontramos con que la información estaba toda dada desde la heteronormatividad. Entonces tomamos contacto con las marchas del Orgullo Gay en Buenos Aires, con gente que se dedica a defender y proclamar los derechos de las minorías. En ese contexto surge la oportunidad de poder traer a la facultad el reclamo por los derechos y por la inclusión de las minorías.

 

-¿Podemos profundizar sobre la “T”?

V L: Trans es como sombrilla, abarca transexualidad y transgénero. Y no es lo mismo ser transgénero que ser transexual. Las definiciones de sexo tienen que ver con la biología, con la anatomía y las definiciones de género tienen que ver con las construcciones sociales, con las representaciones, con los papeles que se le asignan a este binario hombre/mujer. Con el cual la teoría Queer no concuerda, porque dice que no necesariamente tenemos que estar clasificados en un binario, y la intersexualidad, que es lo que explicaba Alex, es cuando nos encontramos que  dentro de lo que es la definición de sexo anatómica, fisiológica y biológica, no se condice la parte cromosómica con la hormonal o la genital con la cromosómica. Pero eso entraría dentro de lo que es la definición de sexo y no de género. Género es una construcción social, cultural.

 A N: Otra cuestión es lo que aparece como orientación sexual y otro lo que aparece como identidad de género. Orientación sexual seria lésbico, gay o bisexual y las identidades serian trans, transgénero y travestis.

 

-Alex, contanos tu experiencia personal: ¿la Ley de identidad de género sancionada en nuestro país te facilitó el cambio?

A N: La verdad, es complejo. Te encontrás con muchas barreras, sobre todo a nivel salud. Más allá de que este la ley reglamentada desde el 2012, sigue habiendo muchas barreras. Yo tuve la oportunidad de operarme en Paraná gratuitamente en el Hospital San Martín con una cirujana excelente, pero,  esa es una de las complicaciones que tenemos, viajar hasta Paraná. Lo bueno de esto, es que no hay mucha lista de espera como en Buenos Aires, donde los chicos la verdad que tienen que esperar 1 o 2 años o más a veces. Respecto al tratamiento hormonal -que arranque hace un año más o menos-  tuve problemas porque no hay médicos capacitados. Te sentís solo cuando vas a una consulta. Le decís quiero realizar un tratamiento de remplazo hormonal y no tienen idea de que droga hay, cuales son los nombres. Yo le tuve que decir el nombre a la doctora para que me lo recete, te encontras  totalmente solo. Con la obra social también tuve problemas para que me autoricen y me cubran el tratamiento hormonal, me dieron vueltas y en una obra social me lo negaron totalmente siendo que en el artículo 11 de la Ley de Identidad de Género esta explicito que tanto el servicio público como privado te tiene que garantizar ese derecho. Así que están super vulnerados.

- Cuando hablamos de diversidad sexual:  ¿qué cuesta más, el cambio legislativo o social?

A N: Y no sé, creo que lamentablemente hay un equilibrio. Pero primero te encontrás con tus propias barreras, empezás con tu propia negación, rechazo, no sabes que te pasa. Está buenísimo esto de difundir las siglas LGBTIQ porque además de poner una clasificación, es un espejo donde vos necesitas encontrarte en algún momento y decir, bueno, existe la transexualidad, no sabía que esto podía ser posible. Creo que toda persona trans adulta siempre fue un niño trans, pero nunca supo que podía serlo. Por suerte ahora tenemos la Ley de Identidad de Género, antes hacer un cambio registral en el DNI con nuevo nombre era ante el poder judicial, psiquiatras, psicólogos. Hoy es un trámite fácil, sencillo, gratuito. Te presentas a una oficina del registro civil y en tres meses tenes el DNI con tu nuevo nombre. El número de documento queda igual, o sea, no perdés nada legal pero, tenes que definirte como: hombre o mujer. Eso fue lo que me frenaba a mí, la teoría Queer daba vueltas en mi cabeza, entonces dije: -bueno, voy a cambiar mi nombre, mi identidad pero me voy a encasillar nuevamente en otro casillero, en el masculino-. Eso me frenaba a la hora de hacer el cambio de mujer a hombre, así que me tome mi tiempo para pensarlo. Cuando realmente me decidí dije, la masculinidad la voy a construir como se me dé la gana, es así, fue la única forma de derribar ese casillero al cual iba a pertenecer nuevamente.

- ¿Y tu entorno?

A N: Al principio la familia me rechazó, costó bastante pero el día que me tuve que hacer la cirugía, conté con mi mamá que me acompañó, así que hicieron un cambio gigante. A nivel social cuesta muchísimo pero creo que lo sufren más las compañeras trans. Los hombres trans como yo, somos minorías, estamos muy invisibilizados. La sociedad siempre hace lecturas binarias (sos hombre o mujer) entonces como chico trans pasas desapercibido. A lo sumo te dirán que pareces un marica, que sos afeminado.

Virginia Larrea: "Casi siempre es al revés. A través de la lucha de una minoría se logra el reconocimiento de derechos y una vez legalizado, legitimizado por la sociedad, recién ahí lo ponemos en funcionamiento".(Foto: G.C).

- ¿Cuales son las conquistas que han conseguido estos colectivos?

V L: La visibilización y la posibilidad de ver al otro y de sentir que podes manifestarte desde el lugar que vos lo sentís. Porque el hecho de brindar derechos no quiere decir, por ahí, de que no lo puedas hacer o que no hayas podido tener una pareja y convivir en pareja desde un lugar homosexual, digamos antes o previo al matrimonio igualitario. Sino que, el hecho de visibilizar esos derechos, te da la impronta de confirmar que está bien lo que hiciste y no en vano, sucede que en la Facultad de Salud (UNER) estemos festejando la segunda edición del día del Orgullo. Podemos decir que estamos en la facultad, estamos en  ámbitos sociales donde no existe la marginalidad de acuerdo a lo que vos elegís en tu fuero íntimo desde la sexualidad. Y creo que tiene que ver con eso, con el reconocimiento, el respeto por las elecciones.

- Si pudieran hacer un listado de los avances que todavía faltan para el colectivo LGBTIQ ¿sería muy largo?

V L: Yo creo que básicamente falta ponerse en el lugar del otro y decir, ¿quién soy yo para cuestionar las elecciones, gustos y el registro de placeres del otro? Pasa un poco por ahí, porque no solamente cuestionamos a alguien que nace con genitales masculinos y quiere ser una mujer o viceversa, sino que cuestionamos también el lugar de la sexualidad de una madre soltera o de una trabajadora sexual. La elección de la sexualidad pasa por el lado de la intimidad y del consenso de las partes que se entregan a relaciones sexo-afectivas. Creo que primero hay que entender eso y después los derechos vienen. Sin embargo, es siempre al revés, a través de la lucha de una minoría si logra el reconocimiento de derechos y una vez legalizado, legitimizado por la sociedad, recién ahí lo ponemos en funcionamiento.

-Retomando  la cuestión legal ¿cuánto de letra muerta quedó sin activar o que no se aplica correctamente?

V L: La verdad que eso lo desconozco. Lo que si conocemos es que hay, por ejemplo, manuales que vienen destinados a la atención de personas trans pero lamentablemente nunca llego la capacitación. Si llegaron insumos, pero no la capacitación a los médicos o médicas que en este caso tendrían que ser endocrinólogos para atender en consultas a personas trans o en lo que son gabinetes de atención diversa que tienen en los centros de salud. Entonces ahí quedo un poco el proyecto en stand by.

 

Alex Nichea: "Cuando realmente me decidí dije, la masculinidad la voy a construir como se me dé la gana, es así, fue la única forma de derribar ese casillero al cual iba a pertenecer nuevamente". (Foto: G.C).

- ¿Vieron un cambio abrupto en materia de LGBTIQ, entre la gestión anterior de gobierno y la actual?

V L: Si, por supuesto. Imagínate que para la jornada de ahora insumos básicos como preservativos o material e información, no nos mandaron desde el Ministerio de Salud de la Nación.  Como eso, infinita cantidad de cosas.

-¿Cuál fue la respuesta de las autoridades de la facultad de Salud (UNER), cuando le presentaron la propuesta de realizar las Jornadas por el Día Internacional del Orgullo LGBTIQ?

 V L: Fue una total aceptación de entrada. Lo veníamos trabajando con Sixto Leiva desde el Área de Sexualidad. Profundizamos mucho en este tema porque ya te digo, nos encontramos con bastante poco. Al principio la Vice Decana nos pidió que demos una charla a nuestros compañeros sobre lo investigado. Cuando Sixto presentó el proyecto fue aceptado ampliamente y dispusimos de todo lo que pedimos. Este año también se sumó  la gente de Derechos Humanos con el Foro de Diversidad.

 

*Alex Nichea (integrante del Foro por la diversidad) y Virginia Larrea, estudiantes de la Carrera de Medicina de la Facultad de Cs. De la Salud UNER.

 

- Esta nota fue registrada en Radio UNER (FM  91.3)

 

 

Esta nota es posible gracias al aporte de nuestros lectores

Sumate a la comunidad El Miércoles mediante un aporte económico mensual para que podamos seguir haciendo periodismo libre, cooperativo, sin condicionantes y autogestivo.

Deja tu comentario

comentarios

Destacado

El 28 se presentan Los Espíritus en un festival de rock en Villa Elisa

El evento, organizado por la Productora Galáctica, fue bautizado “¿No será mucho?, un festival de …