El Miércoles Digital Concepción del Uruguay – Entre Ríos
Crónica de una noche para redescubrir Concepción del Uruguay a través de los museos y sus espacios e iniciativas culturales.
Concepción del Uruguay vivió anoche una de sus postales culturales más vibrantes del año. De 19 a 00 horas, los Museos Municipales abrieron sus puertas para celebrar una nueva edición de La Noche de los Museos Entrerrianos, una invitación a recorrer la memoria, el arte y la identidad local desde miradas renovadas. En un breve radio urbano, a pasos unos de otros, los museos formaron un corredor vivo que recibió a familias, estudiantes, turistas y curiosos, que se mezclaron en un clima de celebración y descubrimiento.
Luces, sonidos y poesía en el Panizza
La primera parada obligada fue el Museo Casa de Delio Panizza, donde la penumbra de las salas se transformó anoche en un escenario sensorial. Una propuesta de luz y sonido guió a los visitantes por objetos cuidadosamente destacados: piezas que parecían despertar, revelando fragmentos de historias, funciones y ecos del pasado. Voces lejanas, texturas luminosas y pequeños gestos sonoros compusieron un recorrido íntimo, casi teatral.
Entre la sorpresa del público y el silencio respetuoso de quienes querían escuchar cada detalle, también quedó inaugurada la muestra pictórica “Edificios Notables” de Sara Elena Segovia, una serie dedicada al patrimonio arquitectónico uruguayense, celebrada por los asistentes que se detenían a reconocer esquinas y fachadas cotidianas convertidas en arte.
El Andrés García: historia renovada
El flujo de visitantes continuó hacia el Museo Municipal Andrés García, que anoche abrió al público en su nueva locación. La museografía renovada sorprendió a quienes conocen de años el acervo del museo: vitrinas relucientes, nuevas salas temáticas y una narrativa que permite recorrer, de manera clara y dinámica, la historia uruguayense desde sus raíces.
El pasado arqueológico convivió con escenas de la vida criolla —incluida la infaltable pulpería— y con la elegancia ciudadana del siglo XIX, despertando comentarios, anécdotas y fotografías espontáneas. Para muchos, fue un reencuentro emotivo con piezas emblemáticas; para otros, el descubrimiento de un museo que vuelve a respirar con fuerza.
Museo de la Ciudad: arte vivo y participación colectiva
El cierre del circuito llegó en el Museo de la Ciudad, el más joven de los tres, que anoche reafirmó su vocación de espacio experimental. La intervención artística “Hacer Museo en el Museo: Afiches para repensarnos”, a cargo de La Fábrica del Grabado, transformó la sala permanente en un laboratorio abierto. Afiches, tintas, matrices y consignas invitaban a cuestionar el rol de los museos y su vínculo con la comunidad. El taller de grabado, montado en vivo, no tardó en llenarse de manos curiosas: chicos, jóvenes y adultos que se animaron a estampar, preguntar y crear.
A pocos metros, la Muestra Colectiva de Artistas Visuales de Concepción del Uruguay ofrecía un despliegue diverso: pintura, fotografía, escultura, cerámica y grabado ocupaban las salas temporales del museo y también en el hall del Auditorio Carlos María Scelzi. El clima era el de un encuentro: artistas conversando con vecinos, familias señalando obras, grupos de estudiantes tomando fotos y notas. Una celebración compartida entre el arte y la ciudad.
Experiencia poética en el Cementerio Municipal
Más allá del circuito tradicional, la Noche de los Museos también se extendió hacia un escenario tan inesperado como conmovedor: el Cementerio Municipal, que abrió sus portones para una visita guiada nocturna coordinada por la escritora Ana María González y su directora Guillermina Bevacqua. Entre faroles, sombras largas y un respeto casi litúrgico, el público recorrió los pasillos donde la palabra y la música se entrelazaron para traer al presente las voces de figuras populares de la ciudad.
Emma Grianta de Cartosio, Luis Alberto Ruiz, Delio Panizza, Daniel Elías y Teresa Fabani “dialogaron” simbólicamente bajo las estrellas, junto a integrantes de familias históricas como los Calvento y los descendientes de Justo José de Urquiza. “Ellos vibran aquí, respiran, resisten al paso del tiempo. Recordarlos desde la admiración y el respeto es también hacer una ofrenda”, expresó González durante la recorrida. La experiencia propuso un momento sensible y reflexivo, donde la memoria colectiva resonó entre mármoles, lápidas y un cielo abierto que parecía acompañar la ceremonia.
Una noche para volver a mirar
La Noche de los Museos dejó en Concepción del Uruguay una sensación común: la de descubrir algo propio como si fuera nuevo. Entre las luces, los sonidos, las obras y las palabras, cientos de personas caminaron anoche entre historias vivas, entendiendo —quizás sin decirlo— que los museos no guardan solo objetos: guardan la forma en que una comunidad se piensa, se recuerda y se proyecta.
Una noche para volver a mirar. Una noche para volver a encontrarnos.
Fuente: Prensa de la MdeCdelU
Fotos: EL MIÉRCOLES
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