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Adelanto de "Siempre conmigo. La historia de las víctimas uruguayenses del terrorismo de Estado"

El Fondo Nacional de las Artes seleccionó nuestro trabajo "Siempre conmigo. La historia de las víctimas uruguayenses del terrorismo de Estado", en el marco de la convocatoria a las "Becas Creación 2022". Una labor que venimos desarrollando desde hace dos décadas. En el Día de la Memoria, y como aporte a esta fecha tan relevante para quienes creemos que solo en democracia y en paz podremos tener una sociedad más justa, compartimos una parte de lo que será el informe ampliado sobre las víctimas uruguayenses del terrorismo de Estado.
Desde hace muchos años, desde marzo del 2000, venimos trabajando en la reconstrucción de la memoria de hijos e hijas de Concepción del Uruguay que fueron víctimas del terrorismo de Estado, desde antes del golpe de 1976.
De modo que este año 2023 podremos concluir ese trabajo que ya lleva dos décadas y concretar la publicación que aborda cada una de esas historias, y también algunos otros asuntos relacionados con lo que pasó aquí en aquellos años, así como las luchas de quienes en nuestra ciudad comenzaron en tiempos difíciles a luchar por memoria, verdad y justicia.
Por eso, además de compartir esta buena noticia, queremos pedirles a quienes posean material o testimonios que aun no se conocen y que quieran hacernos llegar, que se comuniquen por privado para hacerlo.

 

"Siempre conmigo. La historia de las víctimas uruguayenses del terrorismo de Estado"

Después de años de ocultamiento, silencios, negaciones y en algún caso hasta vergüenza, no fue tarea fácil reconstruir la historia de cada uno de las víctimas uruguayenses del terrorismo de Estado. Esa labor de investigación que el equipo de El Miércoles inició prácticamente con la aparición del periódico, dos décadas atrás, es un trabajo colectivo, en construcción permanente y aún abierto a nuevos aportes. El objetivo central era que la comunidad uruguayense conociera los rostros y las historias de cada uno de sus hijos malogrados en la violencia política represiva, y de ese modo saldara una vieja deuda con ellos.

Publicado originalmente en 2004, este informe continuó siendo actualizado durante los años siguientes, incluyendo a uruguayenses que no habían sido tenidos en cuenta en las listas, en general porque habían perdido contacto con su ciudad de origen. Fue así el primer medio de Concepción del Uruguay en realizar un informe sobre los hijos e hijas de la ciudad que resultaron víctimas del terror de Estado en los años 1970; en sus páginas se publicaron las historias de vida de uruguayenses asesinados por la lúgubre Triple A prohijada por el gobierno justicialista antes del Golpe (como es el caso de Chilo Zaragoza) como los que fueron desaparecidos a posteriori del 24 de marzo de 1976, o nacida en cautiverio como la hija de Edgardo Garnier, quien en 2017 fue recuperada por las Abuelas de Plaza de Mayo, conmocionando, por primera vez, a la abrumadora mayoría de la comunidad uruguayense.

El informe se fue alimentando con el aporte de familiares y de personas amigas de las víctimas, impulsó investigaciones escolares que a su vez alimentaron al informe. A partir de 2005, el impulso dado por la Subsecretaría de Derechos Humanos de la Provincia permitió que jóvenes estudiantes de la ciudad investigaran la vida de nuestros desaparecidos y ahondaran en el conocimiento sobre sus historias personales. También parte de ese material fue enriqueciendo el informe, ampliado de ese modo a lo largo de los años.

La lenta construcción de la memoria

Concepción del Uruguay no fue ajena a la operatoria macabra que puso en marcha la Junta Militar a través de la desaparición forzada de personas. Las víctimas de nuestra ciudad que habitualmente se consignaron eran las siguientes: Juan Ramón Zaragoza, Horacio Poggio, Juan Carlos Fulini, Juan Alberto Uriarte, Néstor Zaragoza, Dina Nardone, Alfredo Daniel Valente, Miguel Domínguez, Juan Carlos López, Edgardo Garnier y Violeta Ortolani de Garnier.

Luego, el trabajo periodístico atento y paciente, la espontánea colaboración de lectores y las noticias surgidas de la propia realidad, así como la labor de los organismos estatales en materia de Derechos Humanos, fueron modificando y ampliando la lista mencionada. Así con los años se añadieron Manuel Liberoff, Miguel Angel Rousseaux, Raúl René De Sanctis, Elvio Angel Bel, Carlos Oscar Godoy, Emil Vidal y Guillermo Rubio, hasta llegar a un total de 18 personas.

Hay varios matices que deben considerarse en la confección de esta lista, que fue elaborada en el período que va desde los últimos estertores de la dictadura y los años iniciales de la democracia (1982-1984) por parte los organismos de derechos humanos que funcionaron en Concepción del Uruguay, en especial la delegación local de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), cuya historia también recuperamos en otra nota (ver enlace). Matices que deben señalarse, porque es sabido que, por ejemplo, la familia de El Zorro Valente es oriunda de Colón, pero su hermano mayor, Carlos, se radicó desde hace muchos años aquí y trabajó y murió en esta ciudad. Por esa razón siempre se incorporó a Valente en la lista, y en esa calidad se lo incluye en estas páginas.

El trabajo periodístico permitió determinar que otro caso incluido en la lista era un error: se trata del nombre de Claudia Emilia Monzón. Como contribución concreta a solucionar esta desgraciado yerro, se la retiró de la lista, aunque por un tiempo siguió apareciendo en placas y homenajes en actos oficiales.

Otro caso es el de Violeta Ortolani, quien tampoco era oriunda de Concepción del Uruguay, pero al ser la esposa de Edgardo Garnier, siempre se la ha incluido en la lista. Del mismo modo, siempre tuvimos en cuenta en esa nómina que Violeta estaba embarazada cuando fue secuestrada, y existían datos firmes de una hijita nacida en cautiverio, razón por la cual siempre incluimos a esa joven en la lista. Los denodados esfuerzos de la familia Garnier dieron sus frutos recién en 2017, cuando se pudo dar con el paradero de la hija de Edgardo y Violeta, una historia de valentía, esperanza y tesón.

Distinto es el caso de Carlos López, que fue objeto de confusión con otras personas desaparecidas de igual nombre. Recién con los años y gracias al trabajo de la Dirección Municipal de Derechos Humanos a cargo de Dario Baron, se pudo esclarecer al ubicar a su hija, quien pudo así recibir asesoramiento y contención desde ámbitos estatales. La labor en general de esa Dirección constituyó un punto de inflexión: implicó un salto de calidad en el conocimiento de los casos locales, la conexión con familiares y la labor de divulgación educativa.

Es importante marcar que si bien en casi todos los casos se trataba de personas nacidas en Concepción del Uruguay o radicadas aquí con su familia, en la totalidad su actuación pública –y posterior muerte, o secuestro y desaparición– se produjeron en sus lugares de residencia, lejos de la provincia de Entre Ríos, lo cual facilitó que durante tantos años la comunidad uruguayense los ignorara por completo.

Aunque parezca obvio, debe destacarse que este recorrido sobre las vidas de las víctimas uruguayenses del terror de Estado, no ignora ni se desentiende de la actuación política de cada una de ellas, por el contrario procura no caer en el recurso a veces incomprensible de presentarlas como ingenuas personas que sin motivo, por distracción o inexplicablemente, cayeron en manos de la muerte. Por el contrario, optamos por señalar en todos los casos en que se ha podido determinar sin lugar a dudas su militancia política o social, tanto de quienes formaban parte de organizaciones políticas que optaron por la violencia como estrategia de lucha, en la errónea idea –a nuestros ojos– de que era el método más idóneo para promover ese cambio que anhelaban, como de quienes en cambio impugnaban esa vía de acción y estaban convencidas de que las formas democráticas debían defenderse no solo como código común de convivencia sino también como mecanismo de acceso al poder.

Esos datos no se soslayan en este informe, sin que ello implique relativizar lo que ocurrió, establecer categorías entre ellos ni tampoco idealizar a las víctimas del terrorismo de Estado. Creemos que fueron personas como nosotros, con convicciones y aspiraciones, que en muchos casos concretaron o contribuyeron a concretar –en este aspecto sí procuramos enfatizar– con aciertos y también con errores, entre los cuales decididamente se encuentra la creencia de que la violencia o la eliminación física del adversario político puede ser una respuesta racional a la violencia de las clases dominantes. Quienes elaboramos este informe no tenemos duda alguna de que «no hay un camino hacia la paz, sino que la paz es el camino mismo».

Para concluir esta introducción, queremos agradecer especialmente a cada una de las personas que, desde los lugares más cercanos como los más alejados, nos hicieron llegar datos, información, imágenes y testimonios sobre estos entrañables uruguayenses. Es gracias a ellas en primer lugar, que los perfiles de nuestras víctimas ya no son tan borrosos como lo fueron durante años, y gracias a ellas fue posible que la comunidad uruguayense comenzara a conocer primero, y a respetar después, la memoria de quienes fueron sus hijos e hijas mártires de la violencia terrorista de Estado que asoló estas tierras en los años 70.

En el recuerdo permanente de todas las víctimas del terrorismo de Estado oriundas de Concepción del Uruguay, en la demanda legítima y renovada de memoria, verdad y justicia, va también el homenaje a sus familiares que nunca abandonaron la lucha por verdad y por justicia, conscientes de que en realidad sólo se pierde una pelea cuando se deja de pelear.

 

Quiénes

Síntesis biográfica. Dónde y cuándo desaparecieron. Sus edades, ocupaciones, familia, militancia. El orden sigue la fecha de su muerte o desaparición.

 

Juan Ramón ZARAGOZA

Nació en Concepción del Uruguay el 14 de julio de 1953, donde hizo sus estudios primarios y secundarios. Hijo de una pareja de trabajadores, su papá era empleado del ministerio de Obras Públicas. Lo llamaban «Chilo» y es la única víctima uruguayense del terrorismo de Estado que se produjo antes del golpe criminal de marzo de 1976. Chilo era estudiante de bioquímica en la Universidad Nacional de La Plata, y activo dirigente estudiantil en la carrera.Militante del Partido Comunista, Chilo estaba a punto de recibirse y era delegado de la Carrera de Bioquímica en el Centro de Estudiantes de la Facultad de Ciencias Exactas de la UNLP.  Tenía 21 años cuando fue secuestrado en La Plata y asesinado por la organización terrorista conocida como «Triple A» el 9 de junio de 1975.Fue su hermano Neco quien lo identificó, el que a su vez sería secuestrado y desaparecido exactamente dos años después.

 

Guillermo Pedro RUBIO CIDALE

Nació el 7 de julio de 1943 en Concepción del Uruguay. Hay pocos datos sobre su vida en la ciudad. Ya en Tucumán estudiaba en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Tucumán, donde fue referente estudiantil. Militabaen el Partido Revolucionario Marxista Leninista – Vanguardia Comunista (PRML – VC). Participó del «Tucumanazo», como se conoció a las puebladas ocurridas en la capital tucumana entre 1969 y 1972. Se sabe que fue detenidoel mismo día del golpe, en San Miguel de Tucumán junto al senador peronista Guillermo Vargas Aignasse. Pocos días después, el 5 de abril de 1976, fue secuestrado del penal donde estaba detenido y posteriormente asesinado. Tenía 33 años. Sus restos fueron identificados por examen de ADN en 2010, gracias a la labor del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF).

 

Carlos Alberto LÓPEZ

Nació el 16 de agosto de 1950 en Concepción del Uruguay.  Era hermano por parte de padre de Juan Alberto Uriarte. Ambos nacidos y criados en el barrio «La Concepción», uno de los más históricos de Concepción del Uruguay. Radicado en Córdoba, Carlos estaba casado y era padre de dos niñas. Trabajaba como obrero metalúrgico en VICAR, donde estaba por ser elegido delegado gremial. No hay datos fehacientes sobre su pertenencia a alguna agrupación política. Tenía 25 años cuando fue secuestrado la noche del 5 de mayo de 1976, en presencia de su joven esposa, por un grupo de personas armadas, algunas de uniforme y otras de civil. El secuestro fue en su casa en el barrio La Tablada de la ciudad de Córdoba. Durante varios años Carlos López fue confundido con otros desaparecidos del mismo apellido (Carlos López Mateos, Carlos López Brest), hasta que en 1991 su esposa Blanca Irene Suárez de López realizó la denuncia formal en la Subsecretaría de Derechos Humanos de Entre Ríos.

 

Miguel Ángel ROUSSEAUX

Nació el 4 de octubre de 1938 en Concepción del Uruguay, donde cursó la escuela primaria. Se trasladó a Buenos Aires con su madre y a los 16 años ingresó a trabajar en la fábrica Alpargatas. En la secundaria nocturna comenzó a participar en el Partido Socialista, y luego se sumó al Partido Comunista, en el que fue un activo militante. Fue delegado gremial en la fábrica Gillette. Estaba casado y tenía tres hijos. En una asamblea en marzo de 1976 Miguel denunció el ingreso de camiones en la ESMA, que quedaba frente a la fábrica, en la Avenida Libertador en Buenos Aires. Dos meses más tarde, en la madrugada del 12 de mayo de 1976,fue secuestradomientras mantenía una reunión. Tenía 37 años. En simultáneo fue allanada su casa familiar, donde se encontraban su esposa y sus hijos. Pese a las gestiones realizadas por su esposa, no hubo noticias de su paradero ni testimonios de su paso por centros clandestinos. Su número de legajo en Conadep es el 2049.

 

Manuel LIBEROFF

Nacido el 31 de marzo de 1922 en Concepción del Uruguay. Estudió en el Colegio del Uruguay y luego comenzó a estudiar medicina, pero la represión del gobierno militar surgido del golpe de 1943  lo llevó a radicarse en el Uruguay, donde concluyó sus estudios y se graduó como doctor en Medicina. Allí se casó y tuvo tres hijos. Fue directivo del Sindicato Médico de Uruguay, de asociaciones de padres de la Enseñanza Secundaria, miembro del Partido Comunista y del Frente Amplio. Detenido tras el golpe de Estado en el Uruguay, el 7 de noviembre fue expulsado del país, tras quitarle la ciudadanía uruguaya. Se radicó en Buenos Airescon su familia, donde comenzó a trabajar como médico. Fue secuestrado de su domicilio el 19 de mayo de 1976,el día anterior al del asesinato de los destacados dirigentes del Frente Amplio, Héctor Gutiérrez Ruíz y Zelmar Michelini. Manuel tenía 54 años.Fue visto por sobrevivientes en un centro clandestino cerca de Automotores Orletti, principal base del Plan Cóndor en Argentina. El Estado argentino lo reconoció como víctima del terrorismo de Estado recién en 1996. Su número de legajo en Conadep es el3600.

 

Carlos Oscar GODOY

«Tito», como le decían sus familiares, nació el 25 de abril de 1951 en Concepción del Uruguay. Su padre era ferroviario y su madre costurera.Su familia se radicó en Córdoba en 1962. Militó en el Peronismo de Base hasta 1973, cuando se suma a la Juventud Universitaria Peronista (JUP). Tito era poeta y estudiaba cine en la Universidad Nacional de Córdoba. Había comenzado a estudiar Derecho pero optó por el séptimo arte. Se sabe que concluyó dos películas, pero no han sido recuperadas hasta la actualidad. Al momento de su desaparición estaba recién recibido. Tenía 25 años cuando fue secuestrado el 7 de julio de 1976 en en el Barrio Alta Córdoba o en la Ciudad Universitaria. Fue visto por última vez en el centro clandestino de detención La Perla en ese mismo mes. Poemas suyos fueron incluidos en la antología «Palabra viva» de la Sociedad de Escritoras y Escritores de la Argentina (SEA). Un crítico dijo de su poesía que «supo amalgamar el sentimiento del amor íntimo y personal con el fuego amplio y abarcativo de la poesía de denuncia social». Su legajo de Conadep lleva el número 6645.

 

Horacio Norberto PoggioHoracio Norberto POGGIO

Nació el 22 de mayo de 1941 en Concepción del Uruguay. En la secundaria fue presidente del Centro de Estudiantes de la Escuela Normal en medio del debate por «la Laica o la Libre». En Santa Fe comenzó a estudiar abogacía y se sumó al Movimiento de Liberación Nacional (MLN). Luego se instaló en Córdoba con su primera esposa, donde nació su primera hija. Allí conoció a Agustín Tosco, con quien trabó amistad. Horacio era un hombre de la cultura, del pensamiento y de la acción. Desde 1975 trabajaba en el Sindicato de Prensa de Córdoba. Con su segunda esposa tuvo otros tres hijos. Tenía 35 años cuando en la tarde del 23 de julio de 1976 un grupo armado con personas vestidas de civil se lo llevó del local del Sindicato, ante la presencia de otros periodistas e incluso del militar a cargo de la intervención del Sindicato. Sobrevivientes lo vieron en La Perla. Su número de legajo en Conadep es el 2439. La Asociación de Periodistas del Departamento Uruguay (APDU) decidió homenajarlo, designándolo «Socio honorario».

 

Violeta Graciela ORTOLANI de GARNIER

Es una de las personas que no nació en Concepción del Uruguay pero cuyo nombre está desde el comienzo en esta trágica lista porque Violeta estaba casada con el uruguayense Edgardo Garnier. Nacida el 11 de octubre de 1953 en la ciudad de Buenos Aires, se crió con una tía en Bolívar. Le apasionaban la matemática y la investigación espacial, por lo que fue a La Plata a estudiar Ingeniería Aeronáutica, gracias a una beca que obtuvo. Allí empezó a militar y conoció a Edgardo, integrándose ambos a la Juventud Universitaria Peronista (JUP) y luego a Montoneros. Durante sus estudios y la militancia, Edgardo y Violeta vivieron en Ensenada en la misma casa que otros compañeros como Marita Aiub y Rafael Caielli, (también desaparecidos junto con su hijo). El 7 de agosto de 1976 se casaron en Bolívar, con una ceremonia sencilla y con Violeta embarazada de tres meses. En diciembre fue secuestrada en el barrio La Granja de La Plata. Tenía 23 años. Según testimonios, Violeta dio a luz a una niña en el Pozo de Quilmes. Su legajo de Conadep lleva el número 5464.

 

Emil Carlos VIDAL CHANDLER

Nació el 10 de diciembre de 1935 en Concepción del Uruguay. Apodado «Titi» por sus familiares, era aficionado al ajderez. Vivía en La Matanza, provincia de Buenos Aires, y se ganaba la vida como pintor.  Había sido parte de la primera resistencia peronista junto a referentes como Gustavo Rearte. Eso le valió luego la posibilidad de recibir instrucción militar en Cuba, en 1966, durante seis meses. De regreso siguió desde las filas peronistas enfrentando a las dictaduras militares, pasó por diferentes organizaciones para recalar en el Frente Revolucionario 17 de Octubre (FR-17). En 1973 fue elegido secretario del Concejo Deliberante de La Matanza (según otras versiones fue electo concejal) pero por el accionar de la Triple A, pasó nuevamente a la clandestinidad. Tenía 40 años cuando el 19 de agosto de 1976 fue secuestrado en Temperley, junto a dos de sus compañeros de militancia en el MR-17, Héctor Marghetich y Juan María Castro, quienes también continúan desaparecidos. Su legajo en Conadep lleva el número 5640.

 

Elvio Ángel BEL

Nació en Concepción del Uruguay el 20 de enero de 1938. Era hijo de chacareros llegados a La Histórica desde Villa Mantero. Estudió para maestro rural en Diamante y en Urdinarrain ejerció el primer año de docencia. A los 20 años hizo el servicio militar en Comodoro Rivadavia y Trelew, donde luego volvió a la docencia. Integró una cooperativa de vivienda y se afilió al Partido Comunista en 1965. Participó de la creación del primer sindicato de docentes de Chubut y de la institución de enseñanza superior que luego sería la actual Universidad Nacional de la Patagonia. Expulsado por su militancia de sus cargos docentes,se ganaba la vida como comerciante. Casado y con un hijo, Elvio fue secuestrado de su negocio a los 38 años, el 5 de noviembre de 1976, por un grupo de tareas, en pleno centro de la ciudad de Trelew. Con él fue capturado su hijo de ocho meses, y abandonado en la rutaunas horas más tarde. Su esposa realizó gestiones y denuncias pero no hubo resultados. Su legajo de Conadep lleva el número 2000. En 2020 en Trelew se colocó una placa en su homenaje en el Concejo Deliberante.

 

Juan Alberto URIARTE.

Nacido el 14 de abril de 1948 en Concepción del Uruguay, vivía en Moreno (provincia de Buenos Aires). Juan Alberto era hermano por parte de padre de Carlos López Falcón, también desaparecido. Su mamá, Obdulia, tuvo a Juan Alberto y unos años después se casó con Juan Francisco Uriarte, quien le dio su apellido. Ya en Moreno, era albañil en una fábrica metalúrgica de esa ciudad. No hay constancia de que Juan Alberto participara en alguna organización política, aunque sí se conoce la filiación peronista de su familia. Estaba casado y tuvo tres hijos, uno de los cuales estaba en camino al momento de la desaparición. Tenía 28 años cuando fue secuestrado  por personal policial no identificado que ingresó a su casa de Moreno, en diciembre de 1976 (otras versiones dicen que fue en septiembre) según la denuncia que realizó su padre.Junto con él fue secuestrada (y luego liberada) una compañera de su organización. Testigos lo ubican en la cárcel de Devoto, donde lo negaron cuando su hermana procuró averiguar su paradero. Se presentó un recurso de hábeas corpus, pero sin resultados. Su legajo en Conadep lleva el número 9475.

 

Edgardo Roberto GARNIER

Nació el 7 de agosto de 1955 en Concepción de Uruguay, donde cursó su primaria y secundaria, con excelentes calificaciones. Le interesaba mucho todo lo relacionado con la conquista del espacio, lo que lo llevó a a principios de 1973, con 17 años, a La Plata a estudiar Ingeniería en Telecomunicaciones. En la facultad conoció y se enamoró de Violeta Ortolani. Ambos se sumaron a Montoneros y colaboraban en el comedor de una villa. Endiciembre de 1976, ya casados, Violeta fue secuestrada, embarazada de ocho meses. Edgardo pudo saber que había dado a luz en cautiverio y siguió buscándoles hasta que el 8 de febrero de 1977fue secuestrado también él. Tenía 21 años. Su número de legajo de Conadep es el 5465. Desde entonces, su familia continuó la búsqueda y fue una de las primeras en hacer la denuncia en Abuelas de Plaza de Mayo. Pero nunca se obtuvo ningún dato fehaciente y concreto sobre la pareja ni sobre la niña o niño que debió nacer en cautiverio. Hasta que en 2017 se conoció la noticia: la hija de Violeta y Edgardo, Adriana, se convirtió en la nieta 126 recuperada por las Abuelas de Plaza de Mayo.

 

Juan Carlos FULINI

Nacido en 1951 en Concepción del Uruguay, hizo la secundaria en el Colegio del Uruguay, con excelentes calificaciones y habitualmente era elegido ‘mejor compañero’. En 1974 se instaló en la ciudad de Buenos Aires, donde comenzó a trabajar en la sucursal del Banco de Entre Ríos, y también cursaba estudios de Ciencias Económicas en la UBA. Militaba en la Juventud Trabajadora Peronista (JTP). Tenía 25 años cuando fue secuestrado en la madrugada del 3 de marzo de 1977, en la Capital, en su departamento de calle Carlos Pellegrini 833. Junto con él fue capturado su amigo y compañero de trabajo y militancia Orlando «Lito» Raffo, también entrerriano de Gualeguaychú. Juan Carlos fue visto por sobrevivientes en el Club Atlético. En la vereda del edificio, una Baldosa por la Memoria los recuerda desde marzo de 2017. Su legajo de Conadep lleva el número 8898.

 

Raúl René DE SANCTIS

Nació el 29 de julio de 1954 en Concepción del Uruguay. De pequeño se mudó con su familia a Rosario, Santa Fe. Su padre era médico militar y estaba asignado en esta provincia. Raúl realizó sus estudios en esa ciudad, en colegios de orientación religiosa, lo que lo llevó a sumarse a las actividades de los salesianos. Allí conoció a quien sería su pareja. Comenzó a estudiar la carrera de Antropología en la Universidad Nacional de Rosario, sin concluirla. Fue obrero en Acindar ymilitaba en Montoneros, al igual que su pareja Myriam Ovando, quien estaba embarazada de seis meses cuando fue secuestrada en abril de 1977. Raúl tenía 23 años cuando desapareció en la última semana de mayo de 1977, en Campana (provincia de Buenos Aires), . Su nombre se agregó al listado de víctimas uruguayenses de la dictaduracuando en 2008 las Abuelas de Plaza de Mayo lograron identificar a Laura Catalina, hija de Raúl y Myriam, nacida en cautiverio en 1977. Así se supo que De Sanctis era oriundo de esta ciudad. El legajo de Conadep lleva el número 320.

 

Néstor Omar ZARAGOZA

Nació el 24 de junio de 1955 en Concepción del Uruguay. Le decían «Neco» y estaba por cumplir 22 años. Hermano menor de Chilo, estudiaba medicina en la UNLP y trabajaba como empleado gastronómico para costear sus gastos. Como Chilo, militaba en la Federación Juvenil Comunista y participaba activamente en el centro de estudiantes. Dos años después del asesinato de su hermano, el 9 de junio de 1977,fue secuestrado en La Plata junto a Luis Vicente Dimattia, Juan José Riqueza y José Luis Suárez, del domicilio que compartían en la calle 35 entre 121 y 122. Néstor fue visto en la Comisaría Quinta de La Plata y en la Brigada de Investigaciones de esa ciudad. Su número de legajo en la Conadep es el 645. En La Plata  funciona un Centro Cultural por los Derechos Humanos que lleva el nombre «Hermanos Zaragoza», ya que Neco y Chilo trabajaban en ese lugar.

 

Miguel Alejandro DOMÍNGUEZ

Miguel nació el 11 de marzo de 1949 en Concepción del Uruguay. Estudiaba Ciencias Económicas en la Universidad Nacional de La Plata, militaba en Montoneros y participaba activamente en el Centro de Estudiantes. Su padre era suboficial mayor de la Prefectura. Miguel fue detenido en Córdoba en 1975 en virtud de las leyes denominadas «antisubversivas», y en julio de 1976 fue trasladado a Sierra Chica, en Olavarría. Más tarde fue derivado a la Unidad Penal N°9 de La Plata. En diciembre del ‘76 se dictó su sobreseimiento, pero Miguel seguía preso. El 3 de febrero de 1978 es la fecha de su desaparición porque ese día simularon haberlo liberado junto con otros dos detenidos: Gonzalo Abel Carranza y Guillermo Oscar Segalli, ambos militantes del PRT-ERP. El Poder Ejecutivo Nacional los había «liberado» mediante el decreto No 162. Pero de ninguno de los tres se supo más desde entonces. En el libro de Carlos Gabetta «Todos somos subversivos», se cita un testimonio de que Miguel había sido secuestrado a la salida del Penal y luego habría aparecido su cuerpo. Miguel tenía 28 años. Su número de legajo en Conadep es 4666.

 

Alfredo Daniel VALENTE

Alfredo, «el Zorro», como lo llamaban sus amistades, es el otro integrante de esta lista que no nació ni vivió en Concepción del Uruguay, pero cuyo nombre fue incorporado desde inicios de los ‘80 por su hermano Carlos, quien residía y murió en esta ciudad. Alfredo nació el 16 de junio de 1952 en Lucas González (departamento Nogoyá) pero vivió su infancia en Colón. Fue «el mejor número cinco que jamás haya conocido Colón», según aseguran quienes lo vieron lucirse en el Club Campito de esa ciudad. En 1972 se muda a La Plata para estudiar Medicina. Allí, con su hermano Carlos que ya vivía en la ciudad de las diagonales, se sumó a la «Tendencia Revolucionaria» del peronismo y luego a la organización Montoneros. En junio de 1978(otras versiones dicen que fue en marzo) fue secuestrado en el partido de General Madariaga, cuando tenía 26 años. Testimonios lo ubican en el centro clandestino de detención ‘La Cacha’ (en las inmediaciones de La Plata). Su legajo de Conadep lleva el número 5206.

Dina Ana María NARDONE IRIGOYEN

1964 su familia se radicó en Concepción del Uruguay. Su papá era empleado jerárquico del Banco de la Nación. Dina egresó en 1972 del Colegio del Uruguay y decidió estudiar Medicina. Además era profesora de piano egresada del Conservatorio Iberoamericano. Cuando fue secuestrada Dina tenía 23 años, cursaba el quinto año de Medicina y esa misma mañana había rendido un parcial. Apasionada por sus estudios de Medicina, nunca dejó de cultivar su amor por la música: integraba el coro de la Universidad de Buenos Aires. Fue detenida en la puerta de la pensión universitaria donde vivía, el día 10 de noviembre de 1978. El día anterior había sido secuestrado su novio, Francisco «Titín» Mirabelli, de 25 años, militante de la Juventud Universitaria Peronista (JUP) y oriundo de Neuquén. No se conoce que Dina tuviera participación política activa, aunque se presume que acompañaba a su pareja Titín en sus actividades. Testimonios de sobrevivientes indican que Dina habría estado detenida en la ESMA, donde la identificaron como «la médica». Su padre realizó numerosas gestiones y denuncias sin resultados. Su legajo de Conadep lleva el número 2631.

 

 

 

 

 

 

 

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