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UNA CAMPAÑA ORIGINAL CONTRA LA DISCRIMINACIÓN

“Cuerpos de Verano”: entrevista con María Cecilia Esteve y Magalí Sanabria

Magalí Sanabria y María Cecilia Esteve impulsaron una campaña en la que tratan de crear conciencia para que todas las personas sientan que pueden mostrarse sin adoptar cánones estéticos discriminadores. Aquí cuentan cómo surgió la idea y reflexionan sobre las repercusiones.

Por A.S. y V.B.

Magalí Sanabria y María Cecilia Esteve son las dos jóvenes de nuestra ciudad que a partir de sus propias experiencias vitales de la discriminación sufrida por su aspecto físico y tras compartir una experiencia muy interesante, en la elección de la “Embajadora de Concepción del Uruguay”, se juntaron y decidieron impulsar una campaña en la que tratan de crear conciencia sobre algo esencial, tan básico como cualquier otro derecho que debe ser respetado: que todas las personas, (“todos los cuerpos”, como dicen ellas), podemos ir a la playa, ponernos un traje de baño, mostrarnos si así lo deseamos, sin compararnos ni competir con otros cuerpos, y sin adoptar cánones estéticos impuestos por criterios discriminadores. En esta charla, en el programa “En La Víspera”, que se emite por LT 11 Radio Uner, y es producido por la Cooperativa El Miércoles, repasaron motivaciones y alcances de la original iniciativa que protagonizan.

Cecilia y Magalí aprovecharon para plantear que detrás de esta idea existen varias problemáticas a las que hay que darles espacio, y que ya tienen ciertos respaldos legales. Por ejemplo, la Ley de Talles Nº 9703 vigente en la provincia de Entre Ríos desde el año 2006; o el bullying, o los trastornos de alimentación, sumado a los mensajes que emiten habitualmente los medios de comunicación, su relación con la autoestima de las personas (en especial niños y niñas); las cuestiones de género; la impugnación a los modelos que se imponen desde una sociedad que sigue siendo machista, son algunos de los temas que impulsaron esta campaña, con una importante repercusión en las redes sociales y en los medios de la zona, que también la va teniendo en el ámbito nacional.

“Tratamos de que sea algo natural, por eso el fotógrafo trabaja sin retoques, sin nada, lo único que se acomodó fue el tema de luces”, comienza contando Cecilia.

Pero no hay Photoshop.

Cecilia: No, no hay Photoshop en ningún lado, y eso era por un lado lo que queríamos garantizar, que no se toquen las fotos y mostrar lo que en realidad vemos todos los días cuando nos miramos al espejo: sin retoques, sin tanto filtro.

Cecilia y Magalí, en una de las imágenes de la campaña.

Ustedes dos, Cecilia y Magalí, son muy distintas físicamente entre sí y eso es parte central del asunto ¿verdad?

Cecilia: Sí, lo que buscábamos era generar ese contraste, que en realidad no debería ser llamativo, justamente Magalí es bastante más bajita que yo, que soy más alta y más ancha. Ella tiene un cuerpo en las medidas más o menos hegemónicas, lo único que “le falta”, entre comillas, claro, es la altura; y eso ha sido un tema para ella al querer incursionar en el modelaje, eso le impide llegar a casting, a publicidad o lo que sea. Así que el tema de su vida y de su desarrollo fue su altura. Y mostrar ese contraste es poner sobre la mesa, poner en la conversación por qué nos llama tanto la atención el hecho de que haya dos cuerpos diferentes.

¿Cómo se conocieron?

Nos conocimos en la elección de la embajadora de la ciudad, otro concurso donde hay cosas para revisar ahí.

Algunas ya se revisaron ¿no? Porque antes era la Reina de la Ciudad...

Sí, se le cambió el título, aunque los métodos siguen siendo más o menos los mismos. Ahora sí hay un coloquio un poco más extenso, se preguntan más cosas.

¿Se conocieron ahí porque ambas participaron?

Cecilia: Sí. Las dos participamos. Yo salí seleccionada como “segunda princesa” como se le sigue diciendo, que vendría a ser como la tercer “embajadora” en rango. Y ella no tuvo la suerte de quedar, pero pegamos buena onda y nos pusimos a charlar y surgieron estas cosas. Porque a ella yo la veía como que, bueno, es flaca, no tenía ningún problema, pero en realidad sí.

Ninguna de las dos daba el perfil tradicional de una reina de belleza, por más que se llame embajadora.

Exacto, yo creo que aun se le sigue dando importancia a la belleza y a la estética que tiene la embajadora.

"Estamos tratando de hacer lo que nosotras hubiéramos necesitado ver cuando éramos chicas".

Para quienes no la conocen, Magalí es pequeña y delgada, Ceci es alta y grandota. ¿No? ¿Cuánto medís, Cecilia?

Cecilia: Uno setenta y algo... No soy tan alta, pero soy grandota y eso ha sido un problema en mi vida. Ahora es un tema, pero antes era un problema. Por eso en la conversación que tuvimos con Magui surgió esto, que tenemos en común: nuestro aspecto fisico fue un problema durante tantos años para las dos, y que no se dio lugar a la conversación desde que éramos chicas... Y por ahí ver esa representación, ver esto que estamos haciendo nosotras, nos hubiese venido re bien básicamente.

Magalí: Estamos tratando de hacer lo que nosotras necesitábamos en ese momento y bueno, la verdad es que salió por demás bien.

Es muy buena esa síntesis, esa decisión de hacer lo que a ustedes les hubiera gustado (o hubieran necesitado) ver cuando eran gurisas, cuando se enfrentaban a esto como un problema.

Cecilia: Claro. Era un problema, al menos para mí. Y a Magui también le pasaba con el tema de la ropa.

Magali: Sí. La iniciativa nació porque queremos que todas las chicas se sientan cómodas con su cuerpo, y más que nada para que se cumpla la ley de talles.

Y ahora están empezando a recibir llamadas de distintos medios de la región y del país.

Sí, desde el canal 13 de Rio Cuarto, Córdoba, nos llamaron para salir al aire, estuvimos hablando ayer con San Rafael en Mendoza, y bueno, se ve que va repercutiendo y vamos viendo cómo lo comparte gente de otros lugares.

"La iniciativa nació porque queremos que todas las chicas se sientan cómodas con su cuerpo, y más que nada para que se cumpla la Ley de Talles".

También medios nacionales han tomado la campaña.

Sí, varios. Desde la radio FM 100 hasta Infobae. Igualmente la mayoría de las noticias no cuentan el detalle de todo lo que hay atrás, entonces la idea era un poco explicar qué nos respalda, que no es solamente una imagen o una foto para hacernos famosas o algo de eso, sino que hay todo un trasfondo, como hablábamos recién, un montón de temas que tocar relacionado con esto.

Magali, vos y Cecilia, son muy diferentes, las imágenes contraponen esas dos imágenes tan distintas y tan lejanas de los modelos que pretenden imponer una cultura machista. Ceci nos hablaba de cómo en la infancia esta realidad, esta forma de ser, significó problemas. ¿Cómo fue en tu caso?

Magalí: Bueno, mi problema es que cuando yo voy a una academia de modelos o a hacer algún casting siempre está el tema de la altura, que tengo que medir 1.75 o más para hacer distintos tipos de pasarelas, de alta costura o elegante digamos.

¿Y cuánto medís vos?

Yo mido 1.63, es poquito pero igual siempre está ese inconveniente y también cuando voy a una tienda y me compro un jean, por ejemplo, es muy largo abajo y siempre lo tengo que doblar o mandar a arreglar. Y eso le pasa a todo el mundo, hasta a los hombres.

Y eso tiene relación directa con hacer el reclamo con la llamada Ley de Talles, la Ley Nº 9703. Entre los conceptos que ustedes vuelcan en la explicación de la campaña, marcan que el talle que se considera 38, por ejemplo, es en verdad cada vez más chico y los talles cada vez representan menos centímetros de lo que deberían. Esto también es parte de lo que regula la ley ¿verdad?

Magalí: Tal cual. Además si vas buscar una marca en particular, esa marca hacer todas las medidas, porque a ellos también les conviene.

Otra de las cuestiones que ustedes plantean, es incluso en los propios comercios que se ocupan de los llamados “talles especiales”, que ustedes en el texto corrigen: no son “talles especiales”, son talles grandes.

Cecilia: Si, en realidad se le da ese nombre también como parte de una cultura que cree que la persona gorda es especial... El talle grande esta incluido dentro de la ley, hay un rango de ocho talles y llega hasta lo que hoy es como un 60 o algo así. Pero que vos tengas un negocio en especial para ir a comprar tu ropa que además tiene un estilo muy especial de tendencia a señora mayor de 40, ya genera una brecha entre yo y Magui, entre yo y mi mamá. Se empieza a separar y uno empieza a perder la cotidianidad. Yo tengo que ir a un negocio diferente para poder conseguir algo que tampoco me va a gustar. Además, los negocios que sí trabajan todo el rango de talles, son los menos. Y generalmente el talle más grande sale más caro y hay muy pocas marcas que realmente tienen una forma. Si dice “talle grande” generalmente es una carpa, no hay un corte o un diseño. Es indignante y es injusto el hecho de que alguien tenga que poner de más para vestirse y también es muy triste saber que no solamente para nosotras, que por ahí somos un poco mas grandes vaya y pase, lo hacés, pero cuando sos adolescente, que tu amiga tenga que ir a este negocio y vos tengas que ir a otro, a la persona adolescente la golpea, recién se está formando, tratando de tener una seguridad sobre sí misma y tener que ser distinta obligada es todo un tema. Todo eso era lo que queríamos mostrar.

"No queremos imponer nada, sino aprender a respetar y entender cómo se construye la mirada acerca de uno mismo".

¿Y cómo surgió la idea de hacer la campaña, imaginaron esta repercusión? ¿La buscaron? ¿O simplemente salió de la idea de “vamos a sacarnos las ganas de ser modelos por un rato”?

Magalí: Todo empezó con un mensaje de Ceci “vamos a tomar mate”, después dijo para hacer unas fotos, yo busqué maquilladora, la peluquera y a Seba que es el fotógrafo y de ahí empezó todo. Un lunes tuvimos las fotos y creo que el martes a la noche empezamos a subir una y ahí empezaron las repercusiones: quiero hacerte una nota, ¿te podemos llamar?... fue increíble.

Cecilia: Magui es modelo profesional y yo también, me formé en una agencia donde me enseñaron todo lo que tengo que saber y por ahí también forma parte un poco de romper con ese estereotipo de la modelo. ¿Por qué yo no puedo ser modelo? Que era una cuestión bastante personal, igual. Y después que nos encontramos con Magui y que le dimos forma a todo esto, Natalia Rodríguez que es la maquilladora que Magui consiguió que nos conoce desde hace bastante tiempo, Florencia Segovia que fue la peluquera y Seba Bertolini que fue el fotógrafo, nos faltaba la indumentaria y fuimos a uno de los negocios de acá, Secretos Lencería y nos prestó las mallas.

O sea que hace bastante que venían planificando la realización de la campaña.

Magalí: Sí, pero la verdad que tampoco lo tomamos como una campaña que podía llegar a esto, la idea empezó con la ciudad, ver qué pasaba en la ciudad... Las redes sociales tienen eso de positivo así como tienen cosas negativas, así llegamos hasta acá.

Cecilia: Y la idea en realidad no surgió solamente de nosotros, esto es mundial. Está pasando en todos lados.

Magalí: Sí, incluso hay marcas en Estados Unidos que lo están usando, en realidad hace unos años que empezó también acá en Latinoamérica la marca Dove empezó a usar mujeres reales, a usar imágenes de mujeres comunes y reales.

Cecilia: Y es un mercado que se está abriendo, en la Argentina hay dos academias de modelaje plus size, me refiero a modelos fuera de los talles cero.

¿Ocurrió que por privado les escriban otras chicas, otras gurisas que tienen situaciones parecidas de discriminación o de dificultades a la hora de poder conseguir talles o poder comprar ropa?

Cecilia: Sí, muchas chicas, al menos a mí, por el tema del peso y de los talles grandes me escribieron un montón de mujeres. Y algunos hombres también, de las más variadas edades y eso fue lo que a nosotros nos llamó la atención, que no fue un tema que le afectó a doña Rosa que tiene 50, sino que le afecto más a chicas más jóvenes. Muchas contando simplemente: “yo viví toda la vida lo que ustedes plantearon”, chicas también de talles más chicos y muchos preguntando también cómo era esto de la Ley de Talles, porque no conocían, la mayoría no la conocían porque es una ley que se le dio difusión el día que salió y después nunca más.

Una ley que está vigente pero no se cumple.

Cecilia: Claro. No hay un ente que regule o que controle, es lo que pasa.

Magalí: A mí me han hablado muchas chicas que tengo de amigas de acá de Concepción que les ha pasado en muchas tiendas que van a buscar un pantalón 36 y ese pantalón 36 les queda enorme y se quieren unir a nuestra campaña y también hay comentarios malos que dicen que queremos impulsar la moda de los gordos. Y esto lo quiero aclarar, no es para impulsar una moda de gordos ni de flacos, es para cumplir la Ley de Talles, y esto es lo que yo quería resaltar más que nada.

Es decir que también hay gente que no ha entendido nada, que se comunica para atacarlas.

Cecilia: Sí, la verdad que sí, y son mujeres, la mayoría al menos para mí fueron mujeres. Eso es triste. Y uno de los mensajes que queríamos mostrar, es que no competimos, que Magui tiene su belleza y yo tengo la mía, que todos podemos sentirnos bellos más allá de que alguien nos acepte o no, ése es otro tema: pero tener el permiso, entre comillas, de “sentirse lindo” y que no sea un tema. Es decir: que ahora sea un tema para que deje de ser un tema.

Hay que decir que también hay una cuestión de salud, que es integral. Si alguien crece creyendo que su cuerpo "no es normal", eso tiene repercusiones...

Cecilia: Por ahí lo que observamos en algunos de los comentarios negativos es un planteo en el sentido de que “ah, claro, entonces ser gordo está bien, no ser saludable está bien”. Y asociar la salud con la gordura es otro tema. Hay muchas personas que quizás pesan 50 kilos, pero fuman, comen comida chatarra, no se ejercitan. Y otras personas que pesan 110 kilos que sí se ejercitan, comen saludablemente y son felices así también. Nosotras lo que vimos es que todavía hay un prejuicio de “hay mallas para gordas igual”, “mejor tapate”. O de incomprensión, hablando de que “esa chica no tiene ningún problema”, por Magui que es flaca y su vida está bien, pero también eso es una construcción que viene de atrás… Es decir, el éxito es la delgadez, sos flaco y tenés la vida solucionada y ¿saben una cosa? No es así.

Además el concepto de belleza es otra cuestión complicada, porque ¿qué la belleza? Siglos atrás, y lo muestran las obras artísticas, el criterio de lo bello era otra cosa. Los paradigmas van cambiando y los modelos de belleza también...

Claro. En el texto con el que acompañamos la producción está la idea de que el sentido de esto no es imponer nada, sino aprender a respetar y entender cómo se construye la mirada acerca de uno mismo. La autoestima es una construcción. Proviene de experiencias, sentimientos y sensaciones que una persona tiene a lo largo de su vida. Es una estructura en constante formación, que recibe estímulos de adentro, pero en su mayoría, de afuera. Es decir, lo que vemos, lo que nos representa, lo que sentimos frente a lo que vemos y experimentamos, nos construye. Entonces, ¿importa la opinión ajena? Muchos dirán que sí, otros que no, pero es innegable que no solo la mirada del otro, sino lo que nos dicen y lo que percibimos del otro, nos marca.
También, como decíamos antes, las experiencias construyen autoestima. Si la experiencia fue que toda la vida fuiste a ciertos negocios y sin problemas encontraste ropa de tu gusto, ese no será “un tema” en tu vida. Si, por el contrario, desde chica escuchaste descripciones negativas sobre tu cuerpo, encontrar ropa de tu gusto era complicado porque no te entraba o te quedaba grande, debías ir a negocios diferentes o sectores diferentes, como el sector de niños en caso de ser delgada y de baja estatura, y sentías frustración por probarte ropa y que no te quede, en alguna parte de tu mente comenzaba a surgir la idea de que algo andaba mal. Algunos llegaban pronto a la conclusión de que la ropa era el problema, otros que el problema eran ellos. Y aquí está la cuestión, concluir en que sos un problema, deviene en una autoestima baja.

Ustedes también señalan cuestiones de género que nos parecen imprescindibles para comprender el asunto (y leo): “históricamente la mujer ha sido objeto sujeto de modificación, crítica, placer, asco, ostentación, experimento del hombre y la cultura”.

Así es. Es por eso que todo apunta hacia la mujer, que debe llegar al verano, que debe bajar la panza, que debe recuperar el cuerpo previo al embarazo, que debe embarazarse para realizarse, que debe comprar tal o cual producto para “mejorar”, como si la belleza natural de nuestro cuerpo, con sus detalles únicos, no fuese ya algo precioso y digno.

También dicen que el bombardeo de frases, imágenes y productos dirigidos a la estética de la mujer es “inaudito, peligroso y maligno para con la mujer”.

Sí. Porque se nos ha instalado desde esta cultura machista, a competir por la aceptación y el amor del hombre con otras mujeres, a tratarnos como contrincantes en una guerra sin sentido por ser aceptadas en ciertos grupos, en lugar de comprendernos, aceptarnos y compartir esta naturaleza que tenemos, compartir el conocimiento que cada una tiene, compartir experiencias y vivencias en cuanto a nuestro ser mujeres.

"Se nos ha instalado desde esta cultura machista que hay competir como contrincantes en una guerra sin sentido por ser aceptadas, en lugar de comprendernos y aceptarnos como mujeres".

Todos estos conceptos forman parte del texto que Cecilia y Magali escribieron para presentar esta campaña, que es realmente muy valioso.

Cecilia: Por ahí fue lo que percibimos y lo que estamos tratando de llevar a cabo, tratar de no competir entre nosotras, de desarrollar una amistad, porque nosotras no nos conocíamos del todo antes de todo esto y nos vamos conociendo sobre la marcha. Es super valioso para mí sentir que tenés una amiga y que no estás compitiendo, yo creo que por ahí Magui sintió algo parecido cuando fuimos a la elección de la embajadora: yo nunca había estado en nada parecido, iba con el prejuicio de que eran todas unas estiradas, y resulta que no, que había gente buena onda como Magui.

Magalí: Opino igual que Ceci, yo si no la hubiese encontrado en el certamen tal vez nunca me la cruzaba en la calle y tal vez esta campaña no hubiese existido. A mí me encanto conocerla a Ceci por como es, tiene esa mentalidad de ir por todo y como ella dijo, fue a molestar más que nada al certamen (risas), pero se hizo notar y es una excelente persona.

¿Fue así Ceci, fuiste a molestar al certamen?

Cecilia: Sí, fui con la idea de ver qué pasaba, fui de caradura a hablar con gente que me preste ropa, zapatos, vestidos, pregunté la edad límite, que era 25 y yo tenía 24. Así que dije ya está y me metí con la idea de molestar, ver qué surgía de ahí... Y me pasó lo lindo de recibir un aplauso sincero que para mí eso fue un montón, ni esperaba ganar nada, pero ya el hecho de que se haya visto a alguien diferente hizo que después se me acercaron algunas chicas a decirme “che, qué bueno lo que hiciste”. Y para mí fue suficiente. Después vino todo esto. Me salió bien, así que voy a seguir molestando y encontré una socia que también quiere seguir molestando (risas).

Magalí: Somos un gran equipo. Porque también es eso, encontrar gente dispuesta a romper un poco los estereotipos, tener una compañera que no le importe lo que digan o que te aliente, que además tiene mucha más experiencia en el modelaje que yo, la verdad que nos salió todo muy bien.

¿Y sus familias qué dicen? ¿”Las chicas se volvieron locas”, o “apoyemos a estas gurisas que están cambiando el mundo”?

Magalí: Mi mamá siempre me apoya, aparte teniendo una compañera como Ceci que le da para adelante y no mira para atrás… Sus palabras fueron “Y, si se da todo como ustedes quieren, bueno las felicito”, esas fueron sus palabras y me encantó. Toda mi familia me apoya.

Cecilia: En mi caso no fue tan simpático. Obviamente es un tema álgido no solo en mi casa, creo que en la mayoría de las familias ver algo distinto en una cultura bastante chata y hegemónica como la de nuestra ciudad, es difícil, es llamativo... Por ahí me costó un poco que entiendan el mensaje, que no era hacerme la modelo y lucrar, pero me gustó, fue una experiencia familiar interesante poder charlar con mi mamá ciertos temas, empezar a mostrarle otras cosas… Yo lo disfruto y lo valoro como eso, una experiencia nueva y encontrar en Magui el apoyo de alguien con experiencia en estas cosas, también te da un cierto criterio, tampoco es que vas a ir tirando cualquier cosa, pero bueno Magui tiene experiencia en el medio, tiene experiencia con la estética, sabe de modelaje y nos complementamos y entre las dos hacemos algo bien. Yo creo que mi motor al principio fue mi sobrina. Mi sobrina tiene 9 años y en cualquier momento va a empezar a cuestionarse estas cosas. Tengo primas, tengo primitas, y la verdad me preocupa el mensaje que están recibiendo y me preocupan las construcciones que pueden surgir a partir de ese mensaje. Por ellas es que pienso seguir molestando.

 

 

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