BNA
Inicio » Cultura » El adiós a José Troncoso, destacado artista plástico uruguayense
Fotomontaje El Miércoles Digital

El adiós a José Troncoso, destacado artista plástico uruguayense

Este viernes 19 de junio se conoció la noticia del deceso de José María Pepe Troncoso, dibujante, pintor y escultor de una extensa trayectoria, distinguido en numerosas ocasiones y autor de una valiosa obra que integra museos y galerías del país y del exterior. Además de todo eso, Pepe era una persona luminosa, un ser bondadoso y humilde. Aquí se repasa su itinerario vital y lo despiden algunas de sus amistades.

 

Por A.S. de EL MIÉRCOLES DIGITAL

Fotografía de Hugo Luna.

José María Pepe Troncoso había nacido en Concepción del Uruguay el 4 de agosto de 1943. Pintor y dibujante, de formación autodidacta, expuso sus obras desde 1960. Participó en salones nacionales, provinciales y municipales. Obtuvo distinciones y premios y muchas de sus obras se encuentran en museos, colecciones públicas y particulares, de nuestro país y del extranjero.

En 2019, Luis Alberto Salvarezza publicó un libro acerca de la vida y la obra de este gran artista uruguayense. Se trata de un compilado de trabajos de Pepe colmado de datos, de hallazgos y de necesarias referencias analíticas acerca de la vasta labor artística del creador. Como dice en el prólogo Marcos David Seyler, el trabajo de Salvarezza echa luz sobre “una obra magnífica, que necesita constantemente de luz, esa que arroja este compilado con finísimas reseñas”.

De allí extraemos algunos apuntes que pintan la semblanza de Troncoso, y que hablan por sí solos: más de 50 muestras colectivas y 35 salones, en la Argentina y en el exterior. Integró distintos grupos y asociaciones de artistas, y a comienzos de los años 70 fue uno de los fundadores del Grupo de Artistas Plásticos y Escritores de Córdoba. Ilustró libros y sus obras se han reproducido en incontables revistas, diarios y afiches. Hay obras de su autoría en galerías de arte de Córdoba, de Buenos Aires, en universidades y museos entrerrianos, y en colecciones particulares de la Argentina, Francia, Estados Unidos, Inglaterra, Israel e Italia.

Entre las numerosas distinciones que obtuvo desde 1965, se destacan el primer premio en 1989 en la convocatoria del Banco de Galicia, el segundo premio ese mismo año en el Salón Mariano Moreno auspiciado por el Fondo Nacional de las Artes, la mención especial del jurado en 1998 en el Salón Anual de Entre Ríos, y la incontable cantidad de obras de su autoría que resultaron seleccionadas en salones nacionales y regionales de artes plásticas.

“Autor de una obra magnífica, que necesita constantemente de luz”.

Pero los reconocimientos y las distinciones se empequeñecen ante la grandeza de su personalidad: Pepe era un hombre de una afabilidad extrema, de una humildad a toda prueba, y de una sencillez y bondad que solo exhiben las almas gigantes, aquellas para las cuales la vida solo tiene sentido a partir de los rasgos esenciales de la armonía.

El artista José Luis Saffer, director del Museo Artemio Alisio, contó que en este mes de junio quedó trunca su exposición: “Estábamos eligiendo dibujos de varias épocas para mostrar su producción en la gráfica a la fecha”.  Y destacó a Troncoso como “un artista con conducta, comprometido con su imaginario”, además de “un amigo del que resulta muy difícil despedirse”.

Obras recientes de José Troncoso.

Sol Hegglin Miotti, también artista plástica, lo evocó diciendo: “José, mi querido amigo pintor... Siempre en mi corazón tus colores, tu compañía, tu presencia, tu ser, los silencios compartidos, los encuentros casuales, tu arte, tu complicidad… Nos seguiremos viendo eternamente”.

Lucho Ardetti y su compañera Alejandra Heit, junto a su hijo Lautaro –familia amiga de Pepe– destacaron al artista como “dueño de un talento gigante, solo comparado con su humildad y alegría”, y lo definieron como “un mago de la abstracción, tan meticuloso con el pincel como con los afectos”.

Salvarezza, el poeta, ensayista y plástico que estudió la obra de Pepe, lo comparó con Van Gogh “cuando nos decía: sueño la pintura y luego pinto mi sueño. O pinto lo que pienso, no lo que veo”. Y destacó que, como Paul Cézanne, Pepe Troncoso murió pintando.

Obras recientes de José Troncoso.

Mario Morasan, escultor y amigo, dijo a El Miércoles: "José fue una gran persona, gran amigo, humilde y generoso, querido por todos y un gran artista. Pepe vivirá en el recuerdo de los que tuvimos la suerte de ser sus amigos, y en su estupenda obra como pintor y dibujante. Lo vamos a extrañar mucho".

"La sociedad, la crítica, nuestros gobiernos, nuestros museos, todavía no le han dado el lugar que se merece".

Hugo Luna, poeta y amigo de Pepe, expresó que "se ha ido una enorme persona y un fenomenal artista". Y recordó palabras de Salvarezza en su libro José Troncoso: "Este hombre silencioso, callado, teniendo en cuenta tanta obra, debería gritar porque la sociedad, la crítica, nuestros gobiernos, nuestros museos, todavía no le han dado el lugar que se merece".

El escritor Marcos David Seyler, quien prologó el libro de Salvarezza sobre la obra de Troncoso, señaló: "Conocer a Pepe lleva su tiempo. Porque Pepe guarda las palabras, y expresa el silencio. Desde que traté con él --hace unos años-- lo he visto caminar siempre a paso sereno; sin apuros va. También la voz de Pepe parece estar pausada; aunque cuando habla, dice. Ante un comentario cómplice… ahí te enfoca, y larga una sonrisita entrecortada, que apenas se oye. En este momento, no me referiré a su maravilloso arte de formas y de colores. No es tiempo de ello. A quienes tuvimos la dicha de conocerte, nos llega el preciso instante de un silencio tuyo. Gracias José Pepe Troncoso".

El mejor homenaje de sus amistades, admiradores y estudiosos de su obra, es --quizás-- haber podido desafiar las lágrimas y el dolor ante su inesperada partida y, a pedido de El Miércoles Digital, haber enhebrado estas palabras en medio de la tristeza, testimonios que de manera completa reproducimos abajo para despedir al gran artista.

 

Sus pinturas nos seguirán abrazando

Por la familia Ardetti-Heit

Pobres de nosotros, que nos quedamos sin José Troncoso. Dueño de un talento gigante, solo comparado con su humildad y alegría, mago de la abstracción, aunque la trabajaba como orfebre. Meticuloso con el pincel como con los afectos, nunca dejaba espacios libres a la soledad, la pincelada cariñosa que borraba conflictos. Su sonrisa unía generaciones que lo respetaban como él respetó a las demás personas.

El artista junto a Lucho Ardetti y Mario Morasan.

Se escapó de la cuarentena: no era para él estar encerrado, bohemio zen, resumiendo su pensar en pocas palabras y tono bajo. Siempre se dice que los artistas tienen un gran ego, pero no Pepe, quien era un artista de gran corazón. ¿Será eso, su belleza humana, lo que lo impidió ser reconocido en la ciudad como el gran pintor que era?

“Meticuloso con el pincel como con los afectos, nunca dejaba espacios libres a la soledad”.

Concepción del Uruguay va perdiendo héroes del arte sin que haya reacción de las generaciones nuevas… y sin embargo, las actividades nuevas lo tenían a Pepe como espectador apoyando toda iniciativa creativa, y su palabra llegaba a los diferentes intérpretes en la disciplina que fuera.

Suele decirse que cuando se va un artista, queda su obra. En el caso de Pepe queda una obra gigantesca y de enorme calidad, pero él, como persona, como ser humano, superaba su obra.

 

Pintó lo que pensó, y murió pintando

Por Luis A. Salvarezza

En nombre de los plásticos uruguayenses y la sociedad de Concepción del Uruguay despedir a José María Trocoso se me hace difícil; lo quiero recordar pintando, compartiendo un vino, un café en Filippo o Bartolo, yendo al Museo y desdibujarle esa sonrisa pese a todo, pese a la vida. ¿Qué digo? Recordarlo a través de esa sonrisa y muchísimos silencios.

Portada del libro de Salvarezza sobre el gran artista.

Puedo decir su pintura, su primera etapa influenciada por Picasso, su segunda de corte americanista y sus geometrías y ese redondel que se me hace corazón y gira, gira, gira... Sus recuerdos por Córdoba, Buenos Aires, Israel... Esos cuadrados que seguramente apiló para llegar al cielo, esos cuadrados y rectángulos de colores... Sus rayuelas que también lo llevan hacia allí.

Digo el cielo pero puede ser el lugar al que él quería llegar. Y cómo olvidarme de su humildad y su entrega hacia el otro. Amigo de sus amigos, discreto y serio en sus apreciaciones. Coincidía con Van Gogh cuando nos decía: sueño la pintura y luego pinto mi sueño. O pinto lo que pienso, no lo que veo. Y como Paul Cézanne murió pintando.

 

Cuidaremos tu obra y tu memoria

Por José Luis Saffer

Difícil hablar de un amigo al que recién acompañamos a su última morada física.

Pepe, persona afable, tranquila, introvertida, un artista con conducta, comprometido con su imaginario, siempre se lo encontraba pintando, ahora último siguiendo con su serie de pinturas de Rayuela: quedó un bastidor en blanco en el antiguo caballete recuperado.

En este mes de junio quedó trunca su exposición en el Museo Artemio Alisio, estábamos eligiendo dibujos de varias épocas para mostrar su producción en la gráfica a la fecha.

“Un artista con conducta, comprometido con su imaginario”.

Me duele –no la partida, porque eso es algo a lo cual vamos todos– me duele el no verlo utilizando su paleta cargada de colores, a los cuales transformaba en esos mundos con equilibrios orgánicos entre el lenguaje y el resultado material de la obra, siendo sabio en la utilización de sus recursos, en los cuales la estructura es un dato clave de su poética y poesía.

Los amigos cuidaremos tu obra y tu memoria.

 

Dejó una palabra generosa, como toda su obra

Por Hugo Luna

Estoy buscando una palabra. Todos sabemos que las palabras no se encuentran, si no que ellas nos encuentran a nosotros. José Pepe Troncoso ha dejado una palabra flotando en el aire y esa palabra lloverá, generosa, como toda su obra. Se ha ido una enorme persona y un fenomenal artista. Se ha ido un amigo.

Todo llama a silencio. Tal vez ése era uno de sus estados preferidos: estar en silencio. Y es que José también decía con aquello definido como "la ausencia total de sonido". Fumaba y decía.

En mi vida lo escuché quejarse, lo vi enojado o le escuché decir algo de alguien que no fuera empático, amable.

Se fue como vivió, siendo bueno.

Queda su obra que ojalá se preserve.

Dice Luis Alberto Salvarezza en su libro José Troncoso: "Este hombre silencioso, callado, teniendo en cuenta tanta obra, debería gritar porque la sociedad, la crítica, nuestros gobiernos, nuestros museos, todavía no le han dado el lugar que se merece".

Quienes lo tratamos y tuvimos el privilegio de ser su amigo nos quedamos con su luminosidad y el imborrable recuerdo de su risa.

 

José Troncoso por él mismo

 

En su muro de Facebook, Luis Angel Cerrudo publicó un video donde Pepe, hace unos días, “compartía con nosotros para Uader su testimonio de estos tiempos de arte y pandemia. Su voz, su imagen, su mesa de trabajo, su parsimonia, su vida”, dice Cerrudo, y agrega: “Se lo va a extrañar caminando por las calles uruguayenses. Se lo va a extrañar en su paleta colorida y su trato cordial, su charla suave y su sencilla calidez”. El testimonio fue tomado por el poeta Hugo Luna.

 

Pepe Troncoso, por él mismo (video de Facebook)

 

 

Fotos: Gentileza de José Luis Saffer y archivo de El Miércoles.

 

 

Esta nota es posible gracias al aporte de nuestros lectores

Sumate a la comunidad El Miércoles mediante un aporte económico mensual para que podamos seguir haciendo periodismo libre, cooperativo, sin condicionantes y autogestivo.

Deja tu comentario

comentarios

Destacado

El adiós a Hugo Cettour, un hombre de la salud y la política

Tras luchar denodadamente contra el cáncer, dio su último adiós el médico uruguayense Hugo Ramón …