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Escazú, hacia una justicia socio-ambiental

Esta semana (del 20 al 22 de abril) en la sede central de la CEPAL, en Santiago de Chile, se llevó a cabo la primera reunión de la Conferencia de las Partes (COP 1) del Acuerdo Regional sobre el Acceso a la Información, la Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe -más conocido como Acuerdo de Escazú-.

 

(*) Por JUAN MARTÍN GARAY

La Nación Argentina es signataria de este primer acuerdo regional ambiental que entró en vigencia el 22 de abril de 2021. Hasta el momento 12 países lo han ratificado por Ley, mientras que otras naciones aún se encuentran en proceso de ratificación o adhesión. Es el primero en el mundo en contener disposiciones específicas sobre defensores de derechos humanos en asuntos ambientales.

En palabras del propio Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres: “El Acuerdo Regional sobre el Acceso a la Información, la Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe, adoptado en Escazú (Costa Rica) el 4 de marzo de 2018 y negociado por los Estados con la participación significativa de la sociedad civil y del público en general, confirma el valor de la dimensión regional del multilateralismo para el desarrollo sostenible. Al vincular los marcos mundiales y nacionales, el Acuerdo establece estándares regionales, promueve la creación de capacidades -en particular, a través de la cooperación Sur-Sur-, sienta las bases de una estructura institucional de apoyo y ofrece herramientas para mejorar la formulación de políticas y la toma de decisiones”.

Esta Conferencia de las Partes fue inaugurada oficialmente por el Presidente de Chile, Gabriel Boric quien entre otras apreciaciones dijo claramente y sin prurito: “O nos salvamos juntos, o nos hundimos por separado. Yo creo que el Acuerdo de Escazú apunta justamente a la idea de salvarnos juntos, de trabajar juntos. A mí me interesa, y lo reafirmo en este lugar, que Chile es un país profundamente latinoamericano y estamos orgullosos de aquello y que, por lo tanto, con nuestros hermanos y hermanas latinoamericanos vamos a trabajar en conjunto por enfrentar la crisis climática provocada por la acción del hombre, con criterios también de justicia climática”.

Nuestro país estuvo representado en la figura de la Secretaria de Cambio Climático, Desarrollo Sostenible e Innovación, Cecilia Nicolini, quien expresó oficialmente que: “Desde Argentina entendemos a Escazú como una apuesta al multilateralismo. Una apuesta a la cooperación Sur-Sur para potenciar nuestras capacidades institucionales en medio de un contexto global de incertidumbre y desequilibrios”.

Hacia el cuidado de la “Casa Común”

El 22 de abril es considerado como “Día Internacional de la Madre Tierra”, se celebra dentro del Decenio de la ONU para la Restauración de Ecosistemas hasta el 2030, por eso no es una fecha azarosa la elegida para la culminación de la Conferencia. Mediante la aprobación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, los Estados Miembros de las Naciones Unidas se comprometieron a no dejar a nadie atrás y trazaron el camino hacia una mayor dignidad, prosperidad y sostenibilidad para las personas y el planeta.

Cada vez más se hace necesario asumir los compromisos que aseguren un alto grado de sustentabilidad ambiental como nos habla el Papa Francisco en su Carta Encíclica Laudato Si´ sobre el “Cuidado de la Casa Común”: “Hago una invitación urgente a un nuevo diálogo sobre el modo como estamos construyendo el futuro del planeta. Necesitamos una conversación que nos una a todos, porque el desafío ambiental que vivimos, y sus raíces humanas, nos interesan y nos impactan a todos. El movimiento ecológico mundial ya ha recorrido un largo y rico camino, y ha generado numerosas agrupaciones ciudadanas que ayudaron a la concientización. Lamentablemente, muchos esfuerzos para buscar soluciones concretas a la crisis ambiental suelen ser frustrados no sólo por el rechazo de los poderosos, sino también por la falta de interés de los demás. Las actitudes que obstruyen los caminos de solución, aun entre los creyentes, van de la negación del problema a la indiferencia, la resignación cómoda o la confianza ciega en las soluciones técnicas. Necesitamos una solidaridad universal nueva”.

El ambientalista

Hace 50 años el General Juan Domingo Perón, en su "Mensaje a los Pueblos y Gobiernos del Mundo", dejaba un claro y contundente comunicado ambientalista, el “primer trabajador” se consolidaba con esto como “el primer ambientalista” ahora. Este documento, del que probablemente pocos han leído o tal vez han leído pero no se han dejado interpelar (fundamentalmente varios quienes manifiestan “in voce” ser partidarios de su doctrina y han tenido responsabilidades en este sentido), expresa cuestiones tan vigentes como actuales; dice Perón entre otras cosas que: “El ser humano ya no puede ser concebido independientemente del medio ambiente que él mismo ha creado. Ya es una poderosa fuerza biológica, y si continúa destruyendo los recursos vitales que le brinda la Tierra sólo puede esperar verdaderas catástrofes sociales para las próximas décadas. Inventó el automóvil para facilitar su traslado, pero ahora ha erigido una civilización del automóvil que se asienta sobre un cúmulo de problemas de circulación, urbanización, seguridad y contaminación en las ciudades, y que agrava las consecuencias de su vida sedentaria. No menos grave resulta el hecho de que estos sistemas sociales en los países tecnológicamente más avanzados funcionan mediante el consumo de ingentes recursos naturales aportados por el Tercer Mundo”.

Plano local

Al menos en nuestra ciudad podemos afirmar que hay una gestión con un mensaje claro de compromiso no sólo con palabras sino también con hechos en materia del cuidado del ambiente, en función de este tiempo y de los años que vendrán por delante en nuestras vidas y en la de las generaciones que nos sucedan. Ante la realidad imperante, se ha sabido estar de una manera comprometida y horizontal, junto a las organizaciones de la sociedad civil uruguayense, entendiendo que son actores indispensables para estar a la altura de los desafíos actuales, contemplando políticas públicas desde una perspectiva de sostenibilidad.

Justicia Socio – Ambiental

Volviendo al análisis inicial, en el camino de la construcción de la Nación, “soplan vientos complejos”, por eso la justicia y la democracia ambiental serán posibles de la mano del Acuerdo de Escazú. Este instrumento se presenta a las sociedades como una clara herramienta de transformación social y de profundización de la democracia para poder avanzar en la protección del ambiente, velando también por la inclusión social con desarrollo humano.

Con Escazú -como Nación- avancemos “Duc in altum” hacia el cuidado de nuestra “Casa Común” garantizando la implementación plena y efectiva de los Derechos de Acceso a la Información Ambiental, propiciando la participación pública en el proceso de toma de decisiones y favoreciendo el acceso a la justicia en asuntos ambientales, así como la creación de instrumentos que permitan la protección y seguridad de los defensores ambientales. Esta todo por hacerse, de nosotros depende para el bienestar de las generaciones futuras, en el marco de una Justicia Socio – Ambiental.

(*) Secretario de Gobierno de la Municipalidad de Concepción del Uruguay desde el 2019. Presidente de Bloque Concejales del PJ 2017-2019. Presidente Comisión Hacienda y Presupuesto 2015-2019. Decano del Colegio Mayor Universitario de Santa Fe 2003-2004.

 

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