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Jubilaciones y asombrosas alegrías

Los jubilados terminaron el año 2021 cobrando la cifra de 29.061 pesos. Se trata de aquellos quienes les ha tocado en suerte cobrar la mínima. Fernanda Raverta, titular de la Anses manifestó por los medios su enorme alegría de haber logrado que las jubilaciones le ganen a la inflación. Los jubilados tuvieron aumentos durante todo el año del 52 por ciento, y la inflación fue del 51,4 por ciento. No es sencillo encontrar los motivos de alegría de la funcionaria. El ingreso jubilatorio alcanza a los ingresos propios de la indigencia.

Por ANÍBAL GALLAY de EL MIÉRCOLES DIGITAL

“Desde que asumimos dijimos que íbamos a trabajar todos los días para que las jubiladas y jubilados le ganen a la inflación. Y hoy estamos muy contentos de comprobar, tal como lo aseguramos cuando se discutía la ley, que la nueva fórmula es mucho mejor que la que había sancionado el gobierno de Macri”.

Este concepto manifestó Fernanda Raverta, principal funcionaria de Anses. Los jubilados recibieron durante el año 2021 aumentos que suman el 52 por ciento. La inflación fue el 51,4 por ciento. A ello la funcionaria le llama “ganarle a la inflación”.

Para no ser pobre el ingreso debe estar como mínimo en 67.500 pesos. Un jubilado no solo es pobre sino indigente. Pero debe agradecer que este año cobra 0,5 centavos más que la inflación.

Y sigue la felicidad de Raverta: “En diciembre del 2019, tras quitarle el 20 por ciento de poder adquisitivo a las jubilaciones, Macri dejó un haber mínimo de 14,067 pesos. Con el aumento que estamos anunciando hoy, las jubilaciones mínimas pasan a 29.061 pesos. Sabemos que aún falta mucho para seguir recuperando y mejorando la calidad de vida de las y los jubilados, pero también sabemos que es por este camino que lo vamos a conseguir”.

En términos concretos la alegría de la funcionaria consiste en que los jubilados pasan a recibir 29.061 pesos, un monto similar al de una familia en situación de indigencia.

A título comparativo es saludable poner sobre la mesa, otros ingresos u otros parámetros establecidos por las autoridades.

El salario minino vital y móvil asciende a 32.000 pesos. Se supone que es “vital y móvil y mínimo”. Lo de vital queda reservado para cajón de las ironías. De todos modos, un jubilado no llega siquiera a ese mínimo. Dificulta comprender la alegría de la funcionaria.

El ingreso para no ser indigente asciende a 29.003 pesos. Otra alegría para la funcionaria Fernanda Raverta. Al jubilado le sobran unos centavos para no ser indigente.

Para no ser pobre el ingreso debe estar como mínimo en 67.500 pesos. Un jubilado no solo es pobre sino indigente. Pero debe agradecer que este año cobra 0,5 centavos más que la inflación.

Un diputado nacional tiene un ingreso de 240.000 pesos y 270.000 los senadores. No se trata aquí de abrir juicio sobre tales cifras. Vale decir que significan 9 veces el ingreso de un jubilado.

Un juez de la Suprema Corte tiene un ingreso de 692.000 pesos, y equivale casi 24 veces el ingreso mínimo jubilatorio. Como los jueces y otros funcionarios judiciales no son ciudadanos, sino aristócratas en el peor sentido, no abonan impuesto a las ganancias. La igualdad ante las cargas públicas no los alcanza.

La vicepresidenta de la Nación, única jubilada como presidenta, logró después de idas y vueltas cobrar la pensión de su fallecido marido. Como no podía tener dos pensiones, transformó la suya en jubilación y agregó la pensión de su marido fallecido.

Fernanda Raverta, titular del Anses apeló la decisión judicial, pero luego la retiró. A las razones de estas líneas, la doctora Cristina tiene un ingreso mensual de 2.500.000 pesos mensuales, equivalentes a 86 jubilaciones.

La actual vicepresidenta tampoco aporta impuesto a las ganancias. Adolfo Rodríguez Saa embolsa 1.000.000 de pesos mensuales por los 7 días ocupando el sillón presidencial. Esto equivale a 142.000 pesos por día de trabajo. Esta pensión honorifica es vitalicia.

En Argentina hay 5.700.000 jubilados, sin contar las pensiones, como las otorgadas a veteranos de Malvinas y otras.

De esa cifra 2.800.000 jubilados cobran el haber mínimo. Aunque no se los tenga en cuenta, forman parte del ejército de indigentes a quienes su ingreso no le permite siquiera cubrir lo elemental en materia de alimentación.

Un jubilado como todos debe pagar las tasas municipales, y los servicios de electricidad, agua y gas.

Supóngase que destine el 60 por ciento en alimentarse, que equivale, redondeando, a 18.000 pesos. De esa cifra destina la mitad a comprar carne. Podrá adquirir 9 kilos de carne molida de primera, para cubrir los 30 días del mes. Son 300 gramos por día, es decir 150 gramos para el mediodía y otro tanto para la cena. Le quedan los otros 9.000 para completar la alimentación. Para decirlo pronto, un jubilado tiene en total 600 pesos por día para sobrevivir en el extremo de la austeridad.

La funcionaria Fernanda Raverta está plena de gozo y felicidad por los ingresos de los jubilados que, eso sí, le ganado a la inflación. Esta alegría es, por lo menos, asombrosa.

rubengallay@hotmail.com

 

 

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