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La impaciencia social

"El problema no sólo es económico, es más amplio aún, es netamente humano. Es verdad que se necesita de un cambio para el tiempo que viene. (...). Hay todavía una falsa promesa de posible bienestar pero con mayor desigualdad, conflicto y caos", analiza el dirigente uruguayense  Juan Martín Garay.

 

Por  JUAN MARTÍN GARAY (*)

Actualmente en nuestro país ¿estamos ante un enfrentamiento de ideologías?, pareciera ser que nada más lejos de eso ocurre, sino que es un incremento de la tasa de impaciencia social materializada en personas capaces de conducirla a favor o en contra de sus intereses. Nuestra realidad es fruto del malestar social y político de una democracia incompleta que explica el surgimiento de las expresiones de extrema crudeza institucional y política que padecemos en este tiempo.

Según analistas políticos, la gente ya no respalda proyectos, rechaza a la política y a quienes la representan. Por eso un “outsider de la política” ha sabido recoger oportunamente lo que el “río revuelto” le brindó para su red de pescador de votos; aquellos obtenidos el año pasado y los que podría obtener probablemente en un futuro próximo. Con la legitimidad de origen, aceleradamente vemos como se buscan hacer los cambios estructurales que se creen necesarios para llevar adelante un plan de gobierno mientras se tenga el apoyo popular. Salvo la expresión genuina de un pueblo heterogéneo movilizado, manifestada en favor de la educación pública días pasados y en contra de ciertas acciones que van en detrimento de la misma.

Si bien quien conduce los destinos de la Nación lo hace porque lo eligió la gente, ha sido un invento mediático de una parte de la consultoría económica nacional junto a determinados medios de comunicación. Con marcada incidencia en redes sociales como un “influencer economista”, éste se presentó en tiempo récord como el representante del hartazgo de una sociedad más proclive que nunca a hacer un salto al vacío por el sólo hecho de no tener confianza en las ya consolidadas opciones tradicionales y sus representantes políticos con imágenes agotadas.

Con la elección de doble vuelta, habiendo perdido en primera instancia, corrió la misma suerte de Macri en 2015 y llegó a la Casa Rosada como resultante de una representación mayoritaria, no unánime pero legítima al fin, “bancado” por los intereses en la sombra a los que representa; siendo la resultante de un fenómeno multicausal, dado en la combinación de varios aspectos reaccionarios a la realidad económica del momento y la pérdida del poder adquisitivo del ayer, junto a un marcado aceleramiento tecnológico de la información y la comunicación magistralmente utilizados.

Lo importante es la gente

Como siempre, lo más importante es lo que pasa con la gente. Pero en esta sociedad atravesada por la internet los líderes ya no son tales. Las personas comunes tienen ahora el poder y según la edad se organizan en poco tiempo a través de las redes sociales afines para hacerse escuchar e imponer sus puntos de vista.

Hay un choque entre la bronca y la esperanza. Por un lado una juventud apasionada que pretende un futuro mejor; por otro un sin número de encuentros y desencuentros de aquellas personas que peinan canas y ya pasaron “Las de Caín”, teniendo que soportar los vaivenes cíclicos económicos de las últimas décadas. Todos, en mayor o menor medida, están impacientes y dicen basta.

Futuro y cercanía

El problema no sólo es económico, es más amplio aún, es netamente humano. Es verdad que se necesita de un cambio para el tiempo que viene. La gente quiere ser parte de ello, por eso lo reclama en voz alta y con mucha fuerza. Hay todavía una falsa promesa de posible bienestar pero con mayor desigualdad, conflicto y caos. Todo en franca contradicción a la construcción del futuro con inclusión real y desarrollo humano.

Al colapso del ideal de un futuro mejor, fruto de la situación social regresiva en la que nos encontramos, vayamos por lo siempre importante, la gente. El futuro depende de nosotros, tenemos que liberar nuestros horizontes hacia las posibilidades que se ofrezcan en la armoniosa construcción colectiva del acuerdo de voluntades en comunidad, saliendo al cruce egoísta del sálvese quien pueda. Pensemos futuro, construyamos cercanía. La gente está cansada, la gente está impaciente.

(*) Concejal 2023-2027. Vicepresidente 1° HCD. Presidente de Bloque Concejales PJ 2023-2027. Secretario de Gobierno Municipalidad de C. del Uruguay 2019-2023. Presidente de Bloque Concejales PJ 2017-2019. Presidente Comisión Hacienda y Presupuesto 2015-2019. Decano del Colegio Mayor Universitario de Santa Fe 2003-2004.-

 

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