BNA
Inicio » Novedades » La primera Presidenta del mundo: esa mujer de la que nadie habla

La primera Presidenta del mundo: esa mujer de la que nadie habla

Esta mujer de la foto, que celebra hoy su cumpleaños número 91, fue muy importante en la historia argentina. Tiene un montón de "récords" que –por razones que cada cual podrá deducir– el principal movimiento político de la Argentina ignora y oculta, y sobre todo, se cuida de transmitirle a las generaciones más jóvenes, que casi no escucharon hablar de esta mujer.

Por AMÉRICO SCHVARTZMAN de EL MIÉRCOLES DIGITAL

Paso a detallar los récords que ostenta:
- Fue la primera mujer Presidenta (no solo de nuestro país y de América: DEL MUNDO. Sí, antes de ella hubo reinas o primeras ministras, pero Presidenta-Presidenta, lo que se dice Presidenta, fue la primera en todo el planeta).
- Es la única persona en nuestro país en integrar una fórmula con su marido y la primera en ser Presidenta de la Nación después de su marido.
- Fue la primera presidenta mujer del Partido Justicialista (y hasta donde sé, la única. Evita presidió el Partido Femenino, pero por supuesto nunca el PJ).
- Fallecido Menem (QNDEP) ella es la única persona aún viva que haya ocupado la Presidencia de la Nación en el siglo XX.
- También fue la Presidenta peronista cuyos Decretos de "aniquilación" de la guerrilla y cuya tétrica "Triple A" (inspirada por Perón, como cuenta Miguel Bonasso, y ejecutada por López Rega en su gobierno) iniciaron el ciclo de Terrorismo de Estado que abrió las puertas del infierno de la dictadura militar, como lo definió de modo impar Rodolfo Walsh en su célebre "Carta" ("ahora las Tres A son las Tres Armas").
- Esta mujer, que se llama María Estela Martínez Cartas, y que al casarse legalmente con el líder agregó "de Perón", conocida como "Isabel Perón", llamada "Isabelita" en un intento de elevarla a la dimensión de una nueva Evita, fue una de las responsables del desastre social y del baño de sangre en la Argentina de los 70 (junto con Perón, quien la puso a ella y a López Rega en esos lugares).
- Esta mujer fue una de las presas políticas que mayor tiempo tuvo detenida la dictadura cívico militar de Videla y compañía: "Isabel" estuvo en cautiverio desde el golpe (marzo de 1976) hasta julio de 1981. No hay en la historia argentina otro/a presidente/a que haya estado tanto tiempo en prisión.
- Isabel fue la mujer que más tiempo estuvo al lado de Perón, el líder más importante e influyente de la Argentina en el siglo XX: desde fines de 1956, en que comienza su relación, hasta la muerte del General, en 1974. Más de 17 años.
- Aunque esta mujer vive (ya les comenté que hoy cumple 91 años), el peronismo no habla de ella (por razones, insisto, que cada persona sabrá evaluar) y seguramente, cuando muera muchas personas jóvenes a las cuales ni se les menciona su existencia, se estarán enterando de ella.Los hechos que protagonizó "Isabel", o (como dice una de las personas entrevistadas en el interesante documental de Julián Troksberg) en los que flotó como un corcho en una tempestad, ocurrieron hace ya casi medio siglo.El documental al que me refiero se llama "Una casa sin cortinas" (2021) e intenta comprender lo que parece un enigma para muchos: cómo esta mujer, sin formación política, con una personalidad proclive a la superstición y las creencias sobrenaturales, y claramente sin preparación alguna para semejante papel, llegó a ser Presidenta de la Nación Argentina, en una época de tremenda convulsión como fueron los comienzos de la década del 70.

Vale la pena verlo (está disponible en Flow), porque muestra esta increíble historia en muchas de sus dimensiones, trágicas, cómicas, desbordantes de realismo mágico pero causantes de mucho dolor e incomprensión en el pasado reciente.

Si para algunas personas "Isabel" es un enigma, para otras no hay tal enigma, y su lugar en la historia no es más que una evidencia de lo que ocurre cuando se entroniza a seres humanos cómo líderes absolutos, dándoles un poder omnímodo, cuyas decisiones (aun si son caprichos) no se pueden someter a discusión.

Y sobre todo, de lo que puede pasar cuando esos líderes se autoconvencen de ser tan geniales que pueden dejar ese lugar de líder como herencia a alguien solo por llevar su apellido, o por el hecho de que su divino dedo lo señale.

Quizás recordar a esta mujer ayude a revisar ese tipo de liderazgos.

 

Esta nota es posible gracias al aporte de nuestros lectores

Sumate a la comunidad El Miércoles mediante un aporte económico mensual para que podamos seguir haciendo periodismo libre, cooperativo, sin condicionantes y autogestivo.

Deja tu comentario

comentarios

Destacado

Zubiaur, los liberales y el papel del Estado en la educación

En días tan oportunos como estos, veamos lo que pensaba sobre la educación y el …