BNA
Inicio » Cultura » Sabina Melchiori presentará Je suis Mimí en Concepción del Uruguay

Sabina Melchiori presentará Je suis Mimí en Concepción del Uruguay

Este viernes 5 de julio, a las 20.30, en la Biblioteca Popular el Porvenir, la periodista Sabina Melchiori presentará su segundo libro “Je Suis Mimí”, su primer acercamiento al periodismo narrativo. La presentación es abierta a todo público, con entrada gratuita.

 

 Je suis Mimí

Je suis Mimí, es la autobiografía –ficcionada pero posible- de Noemí Díaz Urrutibéhéty; una mujer que vivió 90 años y fue testigo de los momentos más aciagos de las últimas décadas del siglo pasado. Fue pilar de una familia golpeada de lleno por la dictadura del ‘76, madre superpoderosa, dulce, portadora de una elegancia cautivadora. Por su entrega apasionada a la difusión y conservación de la cultura francesa, fue condecorada con las Palmas Académicas. Mujer generosa y católica de fe profunda. Quienes la conocieron la recuerdan por su rostro despojado de rencores, por su caminar erguido y por la inconmensurable admiración que despertaba.

Mimí creció junto a su madre, una hermana, y dos hermanos en una escuela de Seguí, en la década del ’30; quedó huérfana siendo todavía menor de edad y por tal motivo se mudó a Paraná, a la casa de sus tíos Margot y Coty, quienes no tenían hijos. Allí, mientras cursaba el profesorado de Matemática, trabajó como taquígrafa en la Legislatura y fue entonces que se enamoró de quien años más tarde se convertiría en su marido: un hombre 20 años mayor, gualeguaychuense, legislador, peronista de la primera hora: Esteban Guastavino.

Juntos tuvieron siete hijos. Mimí sobrevivió a tres. El mayor, Enrique, se encuentra desaparecido desde febrero de 1976; y a Patricia la asesinaron las Fueras Conjuntas en diciembre de ese mismo año, en una esquina de La Plata donde estudiaba Bioquímica y Farmacia. Mimí fue a buscar el cuerpo de su hija a la morgue y la veló acompañada por unos pocos vecinos y amigos en el living de su casa, mientras merodeaban militares por el barrio. Entre tanto dolor, también debió soportar la incomunicación absoluta durante los tres primeros años que Pemo, otro de sus hijos, estuvo preso en Coronda y viajar luego por las diferentes cárceles del país para tener contacto con él. Los tres hijos más chicos (Andrea, Iaia y Martín) qué por aquellos años todavía eran niños, la mantuvieron en pie. Aferrada a su fe, se mantuvo en pie.

Fue una abuela y bisabuela amorosa, que le gustaba pasear, tomar helado, comer tortas y comprarse saquitos. Todos los días leía los dos diarios que se imprimen en Gualeguaychú y tomaba mate de té con azúcar a las 5 de la tarde.

Este libro, recientemente editado por la Editorial de la Universidad de Concepción del Uruguay, es un ejemplo del género de no ficción, o periodismo narrativo, pues su autora –Sabina Melchiori- se vale de los elementos de la literatura para narrar en primera persona los hechos reales y documentados de la vida de la protagonista.

El prólogo

por Pedro Guillermo Guastavino

Termino de leer la historia de Mimí y escribo este prólogo intensamente conmovido. Tuve la buena suerte de disfrutar muchos años de vida con Mimí, ya grande, a la vuelta de todo. Fue una mujer de fe, alegre, madre amorosa de muchos hijos; una luchadora que se encontró sin querer entreverada con la política por causa del amor a su marido y a sus hijos. Pero ante todo, una mujer que enfrentó con integridad la injusticia y la muerte.

Mientras hilvana los recuerdos de Mimí de un modo entrañable, Sabina Melchiori compone en cada párrafo mucho más que la memoria de mi madre. El relato de Mimí que construye Sabina es íntimo y único. Pero es –a la vez– una historia sobre la desesperación, la incertidumbre, el miedo y también la fortaleza y la esperanza inquebrantable que miles de madres argentinas vivieron durante la última dictadura. A través de la singular reconstrucción de la historia de mi familia, este texto revive las emociones profundas que atraviesan la memoria de nuestro país y su incomprensible tragedia. Con ella, afloran las heridas abiertas de lo que no se olvida ni se perdona, y que necesita ser contado.

Duele mirar atrás, pero todo está ahí, guardado en la memoria. Ahí es donde están las explicaciones que buscamos. Como dice Mimí a través de Sabina, nos sucedieron cosas terribles en muy poco tiempo. Ocurrieron en nuestra familia y ocurrieron en el país. Hablar de lo que nos pasó no es fácil, ni es cómodo, pero casi siempre es reparador y necesario. Hay muchas historias como esta, pero animarse a contarlas, es una aventura a la que no muchos se animan. Durante muchos años rondó por mi cabeza la idea de contar yo mismo la historia de mi familia, para que no fuera devorada por el tiempo y el olvido. Finalmente, decidí que necesitaba la ayuda de alguien más y fue entonces que Sabina se metió en la piel de mi madre. Y durante más de un año trabajamos juntos para enlazar recuerdos y emociones dispersas. Quedó mucho en el camino, que seguramente en otro momento encontrará la manera de ser dicho.

Le agradezco especialmente a la autora la imagen que recrea de cuando al rompecabezas todavía no le faltaban piezas, cuando todavía estábamos todos y podíamos abrazarnos; las secuencias de nuestra infancia, la memoria de mi padre, de mis queridos hermanos. Le agradezco porque estos recuerdos reviven las voces, las sonrisas y los porqués de aquellos que nos faltan. La memoria de Mimí es también un legado necesario para los hijos y los nietos de estas mujeres, las generaciones que nacieron en democracia y que apenas pueden entrever la barbarie que sucedió detrás de tantos muros despiadadamente custodiados, pero a la vista de todos. Y para mis hijos, nietos especialmente, que sabrán que no hay sólo dolorosos recuerdos en la memoria de nuestra familia sino también, una gran fortaleza. Y muchísimos motivos para seguir viviendo, como lo hizo Mimí.

 

 

 

Esta nota es posible gracias al aporte de nuestros lectores

Sumate a la comunidad El Miércoles mediante un aporte económico mensual para que podamos seguir haciendo periodismo libre, cooperativo, sin condicionantes y autogestivo.

Deja tu comentario

comentarios

Destacado

Cada vez más lugares prohíben las redes sociales en los niños

Florida se sumo a otros distritos de EE.UU. que limitan el acceso a esas plataformas …