BNA
Inicio » Insólitos » LOS JUECES DE MIERDA Y UNA ANALOGÍA

LOS JUECES DE MIERDA Y UNA ANALOGÍA

Por Isaías Gottlieb (Sigue adentro....)

 

Insólitos-Jueces-de-mierda

 

Veamos el razonamiento de los jueces Piombo y Sal Llargués, en una versión simplificada (lo que se conoce como “reconstrucción de argumento”:

 

  • Se demostró que el niño fue violado por X. Pero también se demuestra que antes había sido violado por Y. Por lo tanto, la violación cometida por X al niño no puede considerarse “gravemente ultrajante”, pues ya fue ultrajado gravemente antes por Y.

 

Ahora, veamos una analogía posible:

 

  • Un grupo de abogados decentes ataca a golpes con una bigornia la zona inguinal del juez Piombo, mientras una patota de fiscales impolutos introducen varios bates de béisbol en el ano del juez Sal Llargués, hasta hacerlos llorar a ambos del dolor. Se van ambas patotas. Aún estando ambos en el piso, dolientes y sanguinolentos, otras dos patotas (esta vez al revés: un grupo de fiscales decentes y una patota de abogados impolutos) los vuelven a golpear duramente en sus partes íntimas. Esta segunda agresión no puede ser considerada como “lesiones graves”, pues ya habían sido atacados. Los agresores de Piombo y Sal Llargués obtienen una sentencia reducida.

 

Imagino que muchos de ustedes, lectores, estarán objetando severamente la viabilidad de la analogía propuesta. Entiendo. Y casi puedo escuchar vuestros cuestionamientos. Es poco probable, muy difícil, encontrar tantos “abogados decentes” como para formar un grupo, así como “fiscales impolutos”, como para constituir una patota. Mucho más, casi se diría imposible, para formar dos de cada uno. Pero recuerden que se trata de un ejemplo imaginario.

 

Buenas tardes.

 

Esta nota es posible gracias al aporte de nuestros lectores

Sumate a la comunidad El Miércoles mediante un aporte económico mensual para que podamos seguir haciendo periodismo libre, cooperativo, sin condicionantes y autogestivo.

Deja tu comentario

comentarios

Destacado

La ficción que todos miramos...

    Compartilo en WhatsApp