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"Existen síntomas comunes en estas enfermedades por los cuales es necesario dirigirse a un servicio sanitario para la consulta médica. Cuando uno presenta fiebre mayor a 38 grados, tos, congestión nasal, malestar generalizado, dolor de garganta, de cabeza y muscular debe acercarse a un hospital o centro de salud para la atención inmediata".

Recomiendan medidas para la prevención de enfermedades respiratorias

Producto de las bajas temperaturas, en esta época del año aumentan las consultas en los efectores de salud por distintos tipos de infecciones respiratorias agudas como influenza, gripe, neumonía y bronquiolitis. El lavado adecuado y frecuente de manos; la limpieza de superficies; la aireación de ambientes, el mantenimiento de la lactancia materna, alimentación adecuada y toser o estornudar cubriéndose la boca con el pliegue del codo, son medidas generales de prevención que contribuyen a la disminución de la circulación viral.

Llegó la época del año en la que aumentan los casos de infecciones respiratorias tanto en niños como en adultos. La temporada se extiende desde mayo hasta agosto aproximadamente. En este marco, el Estado provincial, a través del Ministerio de Salud de Entre Ríos, difunde diversas recomendaciones para evitar el contagio y las complicaciones.

Las bajas temperaturas contribuyen a la aparición de infecciones respiratorias, entre las que se encuentran la bronquiolitis, la enfermedad tipo influenza (ETI), la gripe y la neumonía. Estas afecciones son de fácil contagio por la circulación viral y representan un mayor riesgo de hospitalizaciones, sobre todo en bebés y en adultos mayores.

En Argentina, la principal causa de consulta e internación es la enfermedad respiratoria en todas las edades, aunque afectan especialmente a los menores de 5 años, mayores de 65 años, y personas en situación de vulnerabilidad. En nuestra Provincia, en tanto, según datos del Departamento de Bioestadística del Ministerio de Salud, los problemas respiratorios constituyen una de las principales causas de ingreso en los hospitales públicos.

Como todos los años, la cartera sanitaria, implementa la Campaña de Invierno, en la cual se abordan de manera integral estas enfermedades. Dentro de esta iniciativa se encuentra la fuerte impronta de robustecer la tarea preventiva, evitando de ese modo las consecuencias gravosas, ya sea en cuestiones de salud como desde el punto de vista económico.

Prevenir, antes que curar

Las infecciones respiratorias agudas (IRA) se definen como aquellas enfermedades del aparato respiratorio, causadas fundamentalmente por virus así como por bacterias, que tienen una evolución menor a 15 días y que se manifiestan con síntomas relacionados con el aparato respiratorio tales como tos, obstrucción nasal, disfonía o dificultad respiratoria, acompañados o no de fiebre.

Entre las medidas de prevención más comunes para evitar este tipo de afecciones, el lavado adecuado y frecuente de manos, la limpieza de superficies, picaportes y objetos de uso común, no compartir vasos ni cubiertos y la aireación de ambientes, son las principales acciones de higiene que contribuyen a la disminución de la circulación viral. Asimismo, el mantenimiento de la lactancia materna y toser o estornudar cubriéndose la boca con el pliegue del codo.

Existen síntomas comunes en estas enfermedades por los cuales es necesario dirigirse a un servicio sanitario para la consulta médica. Cuando uno presenta fiebre mayor a 38 grados, tos, congestión nasal, malestar generalizado, dolor de garganta, de cabeza y muscular debe acercarse a un hospital o centro de salud para la atención inmediata.

Inmunización para grupos de riesgo

A las medidas de prevención de las enfermedades respiratorias se suma la vacunación antigripal gratuita para los grupos de riesgo. Las cepas de virus cambian, por lo que es necesario acceder a la inmunización todos los años.

Entre los grupos de riesgo que deben recibir las dosis en cualquiera de los 357 vacunatorios de la provincia, se encuentran los bebés entre 6 y 24 meses, embarazadas, puérperas hasta 10 días después del parto (sino fueron vacunadas durante el embarazo), adultos mayores y personas con enfermedades respiratorias y/u otras enfermedades crónicas o graves (con indicación médica).

 

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