BNA
Inicio » Entrevistas » Concientizar sobre la radiación en estudios por imágenes
LOS BENEFICIOS SON INMENSOS CON RELACIÓN A LOS RIESGOS

Concientizar sobre la radiación en estudios por imágenes

Exponerse a altas dosis de radiación puede dañar nuestros tejidos y aumentar el riesgo de contraer cáncer. Las dosis bajas usadas en estudios por imágenes también son peligrosas; pero es importante considerar este riesgo en forma objetiva.

 

Por GUADALUPE COLOMBO Y MARIO ROVINA de EL MIÉRCOLES DIGITAL

 

De esto hablo Rodolfo Touzet, integrante de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), durante una jornada organizada por la Facultad de Ciencias de la Salud (UNER). El objetivo fue concientizar sobre la protección radiológica del paciente, operadores, médicos y técnicos. Lograr diagnósticos recurriendo a dosis bajas de radiación considerando los riesgos que implica, es el desafío. En ese marco, se impulsan cursos de capacitación en protección radiológica y revalidación de los títulos médicos en esta especialidad. Touzet brindó detalles en el programa “El Reverso” (Radio UNER FM 91.3).

 

-Durante la jornada "Pensar en Imágenes más Cuidadosas" habló de riesgos: ¿cuáles son?

Hay dos tipos de riesgos. Aquellos que tienen umbral, donde uno supera un valor de dosis en la piel por ejemplo y puede tener radio dermitis o quemaduras. En el Hospital de Quemados de Buenos Aires hay más de 200 personas en los últimos años que han circulado por quemaduras debidas a radiación. En equipos que se utilizan para colocar un stent o en radioterapia.

El otro riesgo, son riesgos a largo plazo, que se llaman riesgos estocásticos, por la exposición durante un tiempo o durante toda la vida. Y que es el aumento de la probabilidad de tener un cáncer, un tumor. Esto ocurre en particular con diagnósticos que usan muchas dosis, como es el caso de las tomografías o el PTC, que es una tomografía combinada con un estudio donde uno administra un radio isotopo. Estos estudios son muy importantes porque se aumenta mucho la dosis. Hay estudios epidemiológicos hechos en Inglaterra y en Australia donde se ve como aumenta la frecuencia de cáncer en chicos que fueron sometidos a una o más tomografías durante la etapa en la que eran adolescentes.

O sea que esos son los dos riesgos que uno tiene que prevenir. Los riesgos agudos, como las quemaduras debidas a radiación y el aumento de la frecuencia de cáncer debido a los estudios que implican mucha radiación.

- Entonces, si es riesgoso hacernos un estudio para obtener un diagnostico; o incluso, hacer radioterapia para sanar un cáncer ¿qué hacemos?

La idea es que no hay conflicto entre los riesgos de radiación de un estudio y los beneficios que uno obtiene. Siempre los beneficios son inmensos con relación a los riesgos. Pero hay dos cosas que uno debe tener en cuenta: número uno, que ese estudio hace falta, que ese estudio es necesario. Muchas veces se hace algo que es una repetición o se hace por las dudas o se hace un estudio en forma demasiado frecuente o se puede hacer con otra tecnología. En vez de una tomografía usar una ecografía. O sea que el primer punto es la justificación. Y número dos, la optimización del estudio. Uno puede obtener una imagen en distintas condiciones. Por ejemplo, si el equipo no funciona en forma adecuada, si no está bien calibrado, a lo mejor la imagen saldrá borrosa y para que salga bien la imagen tengo que dar más radiación. Entonces los equipos tienen que estar debidamente controlados y calibrados periódicamente. En Argentina no hay obligación en el caso de los equipos médicos, de hacer un control periódico. Hay obligación por ejemplo, de hacer controles en los vehículos, en los cuales tenemos que hacer un control periódico cada año, pero en los equipos médicos no. Y eso hace que ocurran excesos de radiación. O sea que, el conflicto no está en hago o no hago un estudio. Siempre hay que hacerlo, siempre hay que hacerlo cuando hace falta y siempre hay que hacerlo en condiciones óptimas para obtener una imagen con calidad diagnostica y con la menor dosis posible. Optimizar y justificar.

- En ese sentido, considerando que es Coordinador del Programa Nacional de Protección Radiológica del Paciente y ha sido Socio Fundador dela Sociedad Argentina de Radioprotección ¿cuáles son los mecanismos que ustedes pueden activar desde esos espacios para, por ejemplo, solicitar a quien corresponda intervenga en la fiscalización e inspección de estos elementos?

Concretamente trabajamos en tres áreas. Primeramente, cursos de capacitación. Tratamos de que todos los médicos sin excepción tengan una formación en protección radiológica en los estudios de grado. Número dos, que también haya cursos de protección radiológica en los estudios de posgrado. Y número tres, que haya también cursos en lo que se llama revalidación de los títulos.

Todos los médicos, sea pediatra, dermatólogo o lo que sea, cada cinco años para mantener su título tiene que hacer una revalidación, en la Asociación Médica Argentina o en la Academia Nacional de Medicina. Yo estoy en una de la comisiones de la Academia Nacional de Medicina que es la comisión de certificación de profesionales médicos. Tratamos de que las carreras que usan rayos, como pediatría, traumatología, etc, incluyan un módulo. Este es el primer aspecto, capacitarse.

Número dos, que los equipos estén controlados en forma periódica.

Tercer tema, tiene que haber acceso de especialistas en estos contextos. Hay especialistas en física médica que actúan en las áreas donde la autoridad regulatoria nuclear funciona, que es medicina nuclear y radioterapia, pero no actúan en otras áreas como es hemodinámica por ejemplo, donde no se requiere que haya un especialista en física médica, ni un experto en protección radiológica.

Estas tres cosas: capacitación, control de equipos y presencia de profesionales expertos, es lo que nosotros hemos pedido al Ministerio de Salud desde hace muchos años. Hemos redactado una normativa acorde con la norma internacional de seguridad radiológica aprobada por la Organización Mundial de la Salud, la Organización Internacional del Trabajo, Naciones Unidas, etc. Queremos que esa norma sea respetada en nuestro país. Incluso nuestro país está obligado a hacerlo, pero el Ministerio de Salud de alguna manera tarda mucho en llevar eso a la práctica. Nuestras normas tienen 60 años, entonces con una normativa de 60 años, de tiempo de Madame Curie, es muy difícil que podamos controlar la situación actual. Eso es lo que nosotros de alguna manera estamos intentando y no lo hacemos solamente de palabra, sino que mandamos notas. Hay una nota firmada por 14 sociedades médicas enviada al Ministerio de Salud en marzo del año pasado, todavía esperamos respuesta. Más no podemos hacer. Tratamos de alguna manera de informar y muchos médicos de hospitales, como el Hospital Fernández, Durand, Posadas, trabajan en forma voluntaria chequeando los equipos. Otro no lo hacen, porque no tienen el presupuesto asignado.

 

(*) Rodolfo Touzet es Doctor en radioquímica (Tercer ciclo) de la Facultad de Ciencias de Orsay Universidad de la Sorbona, Experto designado por la agencia Internacional de Energía Atómica para la evolución de la seguridad de Centrales Nucleares (CANDU), Coordinador del Programa Nacional de Protección Radiológica del Paciente, Socio Fundador dela Sociedad Argentina de Radioprotección (SAR).

 

DATOS PARA TENER EN CUENTA

-¿A cuánta radiación expone un estudio por imágenes a una persona?

La cantidad de exposición a la radiación de un estudio por imágenes depende del examen que se utiliza y qué parte del cuerpo se estudia. Por ejemplo:

Una radiografía de tórax simple expone al paciente a alrededor de 0.1 mSv. Esto es aproximadamente la misma cantidad de radiación a la que las personas están expuestas naturalmente durante unos 10 días.

Un mamograma expone a una mujer a 0.4 mSv, o aproximadamente la cantidad que una persona esperaría recibir de exposición a la radiación de fondo natural en 7 semanas.

Algunos otros estudios por imágenes tienen exposiciones más elevadas, por ejemplo:

Las radiografías del tracto gastrointestinal inferior (lower GI series, en inglés) que se emplean para tomar imágenes del intestino grueso exponen a una persona a alrededor de 8 mSv, o aproximadamente la cantidad que se espera en unos 3 años.

Una tomografía computarizada (CT, por sus siglas en inglés) del abdomen (vientre) y la pelvis expone a una persona a alrededor de 10 mSv.

Una PET/CT le expone a aproximadamente 25 mSv de radiación. Esto es igual a cerca de 8 años de exposición promedio a la radiación de fondo.

Estas son estimaciones para un adulto de tamaño medio. Los estudios han encontrado que la cantidad de radiación que recibe puede variar considerablemente.

FUENTE: https://www.cancer.org/es/tratamiento/como-comprender-su-diagnostico/pruebas/riesgos-de-la-radiacion-asociados-con-los-estudios-por-imagenes.html

 

Esta nota es posible gracias al aporte de nuestros lectores

Sumate a la comunidad El Miércoles mediante un aporte económico mensual para que podamos seguir haciendo periodismo libre, cooperativo, sin condicionantes y autogestivo.

Deja tu comentario

comentarios

Destacado

Concursos e info docente para este viernes 26 de abril

Información de interés de los docentes de la ciudad y la región. La Dirección Departamental …